Ante la escalada inflacionaria, el Presidente se prepara para resistir «con los suyos» los embates internos

País. El miércoles se develará el elevado dato inflacionario que se espera entre el 5,5% y el 6%. El titular del Palacio de Hacienda volverá a estar en el ojo de la tormenta.

En medio de la dura interna en la coalición gobernante, el presidente Alberto Fernández se prepara para enfrentar y resistir ante el dato clave de la semana que será la inflación de marzo.

Se estima que el número rondará entre el 5,5% y 6% y el Gobierno tiene conocimiento de esto y sabe también que las miradas volverán a apuntar al cuestionado -por todos, incluso los propios- ministro de Economía Martín Guzmán.

En un claro respaldo a los suyos, el primer mandatario dejó en claro que no habrá cambios en el gabinete, y resistirá con los suyos ante las críticas internas que van por la cabeza de su equipo económico.

En este plano, Fernández con sus leales deberá capear una inflación alta y hacer frente a los embates de sectores del kirchnerismo duro que critican duro desde el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

A pesar de que los números no lo respaldan, el Gobierno albertista estima que en los próximos meses se frenará la inercia, cambiará la tendencia y el crecimiento económico cerrará por encima de la inflación.

Mientras, los participes de la interna del Frente de Todos adquieren protagonismo y suman aliados estratégicos. Casi disfrazado de opositor, Axel Kicillof se sumó a los mensajes cruzados en línea con Máximo Kirchner, y aseguró que «dará batalla» a los ajustes y recortes de subsidios que prepara el Gobierno, consignó NA.

Por el otro lado, Agustín Rossi engrosó las filas de los funcionarios que respaldan al titular del Ejecutivo nacional: «Yo no veo a un Presidente debilitado», enfatizó el santafecino, exhombre de la vice, en una entrevista exclusiva con NA, tras haberse mostrado en cercanía con el mandatario y haber convocado a un acto en su apoyo.

En público, fuentes cercanas a Fernández aseguran que la mala relación entre el Presidente y su vice no afectará a la gobernabilidad del país. El Presidente insiste en reconstruir la unidad y así lo manifiesta junto a sus funcionarios en cada discurso público, con su crítica pertinente.

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