Ciudad de Córdoba. El jefe comunal supervisó la instalación del puente peatonal que conectará la Isla Zípoli con la Costanera Norte. También visitó el Papamóvil que se exhibe en la Plaza del Fundador.
El intendente Martín Llaryora supervisó hoy la colacación del puente peatonal que conectará la Isla Zípoli con la Costanera Norte.
Su instalación forma parte del plan de recuperación del río Suquía y su costanera que llevan adelante el municipio capitalino y la Provincia para la creación de este nuevo espacio de recreación y esparcimiento ubicado en el sector noroeste de la ciudad.
«Nos comprometimos en recuperar los espacios públicos de la ciudad y esta isla será un nuevo lugar donde los vecinos podrán venir a disfrutar en familia, con ciclovía y juegos para los más pequeños», expresó el titular del Palacio 6 de Julio.
La imponente estructura de hierro está conformada por tramos en desuso del puente ferroviario del ramal Mitre y se integra a las obras en ejecución.
Entre ellas, cabe mencionar la ciclovía de hormigón armado de 480 metros de extensión que recorre la isla, nuevas veredas, estaciones de juegos y de ejercicios.
Las obras son financiadas de manera conjunta y en partes iguales por municipio y Provincia, con un presupuesto de $ 44.621.093,45.
Más tarde, Llaryora visitó el Papamóvil que se exhibe en la Plaza del Fundador, en el marco de Semana Santa en la Ciudad.
Es una iniciativa organizada por la Secretaría de Cultura y Juventud Municipal, que apunta a visibilizar el patrimonio cordobés, la historia y la tradición de la Córdoba industrial, en este caso, dentro del marco religioso.
El intendente invitó a los vecinos y turistas a disfrutar de la ciudad en Semana Santa, con múltiples actividades culturales, religiosas y paseos que hoy Córdoba puede ofrecer a partir de la recuperación de sus espacios públicos.
El vehículo fue utilizado por el papa Juan Pablo II, en su segunda visita a Córdoba Capital, el día 6 de abril de 1987.
Fue desarrollado especialmente por la fábrica Renault, quienes montaron sobre una furgoneta Renault Trafic chasis cabina, una caja de cristal antibala, una butaca y dos banquetas para sus acompañantes.
El vehículo fue trasladado a Brasil para acompañar a su Santidad en una visita posterior. Actualmente, es parte de la colección permanente del Museo de la Industria de la ciudad, siendo propiedad del Arzobispado de Córdoba.
