País. Es en respuesta a las intensas críticas a Martín Guzmán por parte de la agrupación liderada por Máximo Kirchner. «Ni ellos saben qué quieren», contestaron desde el ala albertista del Gobierno.
En un nuevo capítulo de la feroz interna del Frente de Todos, las fuertes críticas del secretario general de La Cámpora, Andrés «Cuervo» Larroque, a Martín Guzmán, reabre una nueva temporada de fuego amigo entre los funcionarios de la coalición gobernante.
En público y a través de la vocera presidencial, el Gobierno desestima los dichos y les baja el precio a la interna. «Son opiniones. Las tomamos como opiniones y no comentamos opiniones», declaró Gabriela Cerruti en la habitual conferencia de prensa de los jueves minimizando las críticas camporistas.
Por otro lado, tras las cámaras, fuentes del entorno del primer mandatario declaran lo contrario a la vocera. Las diferencias existen, son claras y para algunos «carecen de sentido».
«Están enojados porque ellos no gobiernan», disparó una alta fuente con despacho en Balcarce 50, que consignó Noticias Argentinas, y continuó: «Nos preguntamos qué quieren, porque ni ellos saben qué quieren».
La avanzada K contra el ministro de Economía que responde a Alberto Fernández no es novedad. Guzmán es el funcionario que mayores críticas cosecha. «No podemos ser rehén de alguien que no tiene representatividad», lo volvió a cruzar Larroque, quien desde el lunes se pasea por los medios cuestionando al encargado de negociar con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
A pesar de que la vocera presidencial evitó ratificar al funcionario, hay quienes aseguran que Guzmán n sólo mantiene su puesto sino que es uno de los fundamentales del Gabinete albertista.
«No sé cuándo la Argentina tuvo un equipo como el de (Martín) Guzmán, (Matías) Kulfas y (Cecilia) Todesca», señalaron altas fuentes del Frente de Todos del ala albertista, a los que calificaron como «el mejor equipo económico».
«Con ellos gobernamos solos», enfatizaron disipando cualquier debate en torno al futuro del ministro de economía, y acentuaron: «Qué sigan gritando», en alusión a las fuertes críticas del ala dura K del Gobierno que intenta alejar a Guzmán del entorno del jefe de Estado.