Mundo. La cifra de civiles muertos asciende a más de 5.000 personas y la de heridos supera los 7.000. Sin embargo, la ONU aclaró que estos registros se basan únicamente en incidentes verificados y consideró que las cifras reales “son considerablemente mayores”.
Tras más de cinco meses del inicio de la invasión rusa a Ucrania y sin signos aparentes de finalización de la ofensiva, los combates se recrudecen en la nación europea, alertó ayer ante el Consejo de Seguridad la secretaria general adjunta de Asuntos Políticos de la ONU.
En una sesión dedicada al mantenimiento de la paz y la seguridad de Ucrania, Rosemary DiCarlo destacó que con este “sombrío panorama”, el acuerdo firmado el 22 pasado de julio en Estambul, que busca facilitar el transporte seguro de grano y alimentos desde diversos puertos ucranianos, se erige en un «faro para la esperanza» de la humanidad, tal y como afirmó previamente el Secretario General.
“Este acuerdo de carácter humanitario, unido al compromiso entre la Federación Rusa y la Secretaría de las Naciones Unidas de facilitar el acceso de los alimentos y los fertilizantes rusos a los mercados mundiales, contribuirá a reducir la escasez de alimentos en el mundo y a disminuir los altos precios”, vaticinó.
DiCarlo destacó que la organización hace “todo lo posible” para ayudar a las partes en la puesta en marcha de esta iniciativa, que se inició con la inauguración de un Centro de Coordinación Conjunta hace dos días.
Sin embargo, destacó la necesidad de evitar incidentes como los recientes ataques al puerto de Odesa y consideró como “clave” que se creen “las condiciones propicias” para que la iniciativa prospere.
Impacto humano
La responsable de asuntos políticos de la ONU resaltó que el número de civiles muertos, heridos o mutilados por los combates continúa aumentando y, según fuentes de la Oficina de la Alta Comisionado para los Derechos Humanos, indicó en 12.272 el número de víctimas, con 5.237 muertos y 7.035 heridos.
“Esto representa al menos 1.641 nuevas víctimas civiles desde mi último informe: 506 muertos y 1135 heridos. Estas son cifras basadas en incidentes verificados; las cifras reales son considerablemente mayores”, anunció y advirtió que la mayoría de las víctimas civiles registradas fueron causadas por armas explosivas de gran alcance.
Con relación al sector sanitario, explicó que, hasta el 25 de julio, se han producido 414 ataques contra centros asistenciales cuyo saldo son 85 muertos y 100 heridos. “Esta cifra incluye 350 ataques a instalaciones en zonas de conflicto, donde se atendió a una media de unos 316.000 pacientes al mes”.
A esta cifra, se le ha de añadir que más de 2.000 centros educativos fueron bombardeados y atacados, al tiempo que se verificaron daños en 73 edificios religiosos y 13 museos.
A medida que el conflicto continúa dilatándose en el tiempo, DiCarlo señaló que la atención se centra cada vez más en su “impacto humanitario, de recuperación, de reconstrucción y socioeconómico a largo plazo” y lamentó que el diálogo político esté “prácticamente paralizado”.
Refugiados
El tamaño de las operaciones humanitarias continúa siendo de gran alcance con cerca de nueve millones de personas que recibieron ayuda alimentaria, y más de 4,5 millones de personas se beneficiaron de servicios de asistencia jurídica, desminado y educación sobre el riesgo de las minas.
A su vez, explicó que el número de refugiados procedentes de Ucrania y registrados en Europa se acerca a los seis millones.
“Los cruces fronterizos desde Ucrania han superado los 9,5 millones desde el 24 de febrero. Los cruces hacia Ucrania ascendían a 3,8 millones. Nos preocupa que el invierno dificulte el acceso de los desplazados o de la comunidad de retornados a los refugios y a la asistencia sanitaria”.
Finalmente, dedicó la última parte de su intervención a las dificultades que sufren las mujeres y las niñas involucradas en este conflicto.
“Mientras que el acceso a los alimentos ha disminuido significativamente en toda Ucrania, la probabilidad de que los hogares dirigidos por mujeres en Ucrania experimenten inseguridad alimentaria es dos veces mayor que la de los hogares encabezados por hombres”, alertó.
Del mismo modo, destacó la falta de acceso a los servicios sanitarios, entre ellos los relacionados con la salud sexual y reproductiva, y el aumento de incidentes relacionados con la violencia de género.