País. La vicepresidenta se tomó una hora y media para responder a los fiscales que pidieron para ella 12 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. En un pasaje de su relato de defensa, CFK advirtió de la «frecuencia» con que los empresarios Caputo y Gutiérrez se comunicaban con el exsecretario de Obras Públicas José López.
Los empresarios Nicolás Caputo y Eduardo Gutiérrez fueron apuntados por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner durante la exposición que realizó este martes a través de las redes sociales, en el marco de lo que denominó su «derecho a la defensa» luego que el Tribunal Federal Oral (TOF) N° 2 le negara la posibilidad de ampliar su indagatoria en la causa por la obra pública en Santa Cruz.
La ex presidenta cuestionó que los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola no hayan observado la «frecuencia» con que los empresarios Caputo y Gutiérrez, entre otros, se comunicaban con el exsecretario de Obras Públicas José López, ante lo cual mostró una serie de mensajes y llamadas telefónicas.
Cristina apuntó a la «frecuencia y la familiaridad de la relación» de Caputo, amigo personal del ex presidente Mauricio Macri; y Gutiérrez, del Grupo Farallón, con López, probada en documentación con registros de llamadas entre ellos que la ex mandataria exhibió en su descargo.
La titular del Senado se refirió de esta forma al registro de llamadas del teléfono que se le secuestró a López el día de su detención en el convento de Luján, con detalles de contactos que se produjeron entre 2013 y mediados de junio de 2016.
La vicepresidenta recordó también que cuando se investigó de donde provenían los 9 millones de dólares en fajos de billetes termosellados de la Reserva Federal de EEUU que había en el bolso de López, la FED informó que «un fajo había sido enviado al Banco Finansur. ¿Quién estaba en el Banco Finansur? Un señor que se llama (Jorge) Sánchez Córdoba. ¿Quién es Sánchez Córdoba? Un señor que integraba la comisión directiva con Macri y con (Daniel) Angelici en (el club) Boca».
«Luciani dice que estuvo meses viendo los papeles, ¿no vio esto? ¿No les llamó la atención este grado de familiaridad? Notable», dijo Fernández de Kirchner en su cuestionamiento al fiscal de la causa Vialidad.
Registros telefónicos
Del teléfono de López, los fiscales extrajeron comunicaciones con el empresario Lázaro Báez o su entorno, pero según exhibió la vicepresidenta sólo hubo seis contactos con el titular de Austral Construcciones y múltiples con otros empresarios, entre ellos Nicolás «Niki» Caputo, a quien calificó como el «hermano de la vida» del ex presidente Mauricio Macri.
Así, la vicepresidenta mostró que durante un mismo período López mantuvo seis comunicaciones con Lázaro Báez, 109 con Caputo, 177 con Gutiérrez y 86 con (Juan) Chediak, todas con un clima de cordialidad y familiaridad y en torno a pedidos y reclamos de pagos por obras públicas concedidas a sus respectivas empresas.
Cristina Kirchner apeló a esos datos para mostrar que -según su visión- no había favoritismo ni asociación ilícita con Báez: “¿los fiscales no vieron esto?”, se preguntó.
En especial, sobre Caputo, mostró que buena parte del intercambio con López estaba relacionada con la obra del soterramiento del ferrocarril Sarmiento, que debía contar con financiamiento privado pero durante el gobierno de Macri y por decreto se le asignaron fondos del presupuesto nacional por 45 mil millones de pesos.
“Eso es cinco veces más que lo que los fiscales dicen que fue la corrupción en Santa Cruz. El Estado no debía poner un pero porque el financiamiento era privado y terminó asignando 45 mil millones. Me llama la atención que ningún fiscal haya visto esto”, provocó.
Tensa y visiblemente ofuscada por momentos, Cristina Kirchner se excusó por mirar a una cámara equivocada durante su exposición (“no soy actriz ni tengo tanta experiencia en sets de televisión”) y sostuvo que el alegato que desgranaron los fiscales Luciani y Mola “no era una acusación; era un guión y bastante malo, por cierto”.