
País. Los mensajes del encuentro fueron el repudio al ataque sufrido por la vicepresidenta, la condena de los discursos de odio y la necesidad de ratificar «el pacto democrático» que rige desde el retorno de la democracia en 1983.
Dirigentes, legisladores, militantes y simpatizantes del Frente de Todos (FDT) de la ciudad de Buenos Aires se congregaron este sábado en Parque Lezama, en respaldo a la vicepresidenta Cristina Kirchner tras el intento de asesinato que sufrió días atrás en la puerta de su domicilio.
La dirigencia K cerró filas en el repudio al ataque a la exmandataria, condenar los discursos de odio y en la necesidad de ratificar «el pacto democrático» que rige en Argentina desde 1983.
«Estamos acá para abrazar una vez más a Cristina. Tenemos que hacer un país en el cual no sea posible que un grupo de inadaptados y locos piense que puede atentar contra la vida de la Vicepresidenta. Sabemos que a las 21 de la noche del 1 de septiembre pasado se rompió el pacto democrático, algo que creíamos saldado y sin grietas», señaló la portavoz de la Presidencia Gabriela Cerruti, una de las oradoras principales que tuvo el acto.
En las primeras horas de la tarde, las escalinatas del Parque se llenaron de familias, militantes y jóvenes manifestantes que concurrieron a esta convocatoria organizada bajo el lema “El pueblo cuida a Cristina, Cristina cuida al pueblo”.
Al proseguir con su alocución, la funcionaria nacional afirmó que el pacto democrático establecido en diciembre de 1983, «se fundó por la lucha de las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, y pensábamos que nunca iba a estar en juego».
«Hablamos de discurso de odio y siento que le quitamos ideología. Es un discurso de la ultraderecha que tiene además intereses económicos y que muchas veces se monta en situaciones que los países atraviesan para buscar adhesiones en los sectores más desposeídos», remarcó Cerruti.

A su turno, el senador nacional del FdT y titular del Partido Justicialista de CABA, Mariano Recalde, criticó al fiscal Diego Luciani, quien pidió en el juicio por el presunto direccionamiento de la obra pública en Santa Cruz doce años de condena para la expresidenta, al afirmar que es un funcionario «misógino, patriarcal y amigo» del expresidente Mauricio Macri.
«En su alegato transmitido en cadena nacional dijo una sarta de improperios, de discursos políticos berretas plagados de frases hechas del gorilismo. Eso generó la reacción de un pueblo que se harto de provocaciones», sostuvo Recalde.
Y en ese sentido, agregó: «El 1 de septiembre despertaron al pueblo democracia que se harto y que ya le dijo muchas veces no a la violencia. Pensaban que con estas maniobras nos iban a debilitar y nos fortalecieron. La unidad está más fuerte que nunca en Argentina y en CABA también. Vamos a seguir en la calle», aseguró.
Por su parte, el diputado nacional Leandro Santoro afirmó que la convocatoria tenía el propósito de «defender a Cristina», quien «representa algo más que un nombre propio».
«Cristina dejó de ser patrimonio del peronismo para ser patrimonio de Argentina, porque expresa un proyecto de país y una forma de democracia, la pasión que une estas generaciones. Está lucha se vincula con una lucha más profunda que es la de ampliación de derechos y una Patria soberanía. Pensaron que iban a poder doblegarnos porque hicieron creer a un sector de la sociedad que eran reales. Metieron preso a Lula (Da Silva) en Brasil; hicieron lo mismo con (Rafael) Correa en Ecuador, y quisieron hacer lo mismo con Evo (Morales) en Bolivia. La diferencia es que acá existe un movimiento popular que no va a permitir semejante atropello», advirtió.

El legislador consideró además que el juicio que se sigue contra la exmandataria es un proceso «arbitrario» sin un tribunal «imparcial».
El titular del Congreso del PJ porteño Víctor Santa María recordó la lucha de su generación dentro del peronismo y remarcó que Cristina es «para muchos nosotros el futuro, la posibilidad de una Argentina diferente».
«Cristina es pueblo nos defiende, nos incluye en el proyecto popular. Gracias Cristina y gracias por la lucha que estamos dando», expresó.
La movilización de este sábado había sido convocada inicialmente el pasado 27 de agosto, a días de que el fiscal Diego Luciani había pedido 12 años de presión contra la vicepresidenta, pero coincidió con el momento en que el Gobierno de la Ciudad instaló vallas en las inmediaciones del domicilio de Cristina Kirchner en el barrio porteño de Recoleta y la convocatoria se trasladó hacia ese lugar.