País. Si el Frente de Todos introduce el debate de suspender las elecciones primarias, una idea que por ahora no reúne demasiado consenso interno, podría alcanzar con lo justo los 129 votos con el apoyo de fuerzas intermedias y los libertarios. No obstante, en el entorno del economista indican que no hay decisión tomada de qué harían si el oficialismo avanza con la iniciativa rechazada por Juntos por el Cambio.
Si la bancada del Frente de Todos decidiera jugar a fondo la carta de suspender la instancia de las Primarias, una idea que por ahora no reúne demasiado consenso interno, pero que es fogoneada por los goberandores peronistas, no le alcanzaría con los votos propios, que son 118. Le faltarían 11. Ahí es que propios y extraños empiezan a analizar el escenario del conteo fino.
En este plano es que en Juntos por el Cambio hay alerta frente a lo que presumen un intento en marcha de cambiar las reglas de juego en la previa al año electoral. El oficialismo necesita de los votos de Javier Milei y otras dos diputadas libertarias que responden al líder de La Libertad Avanza para aprobar al menos la suspensión (también se habla de eliminación) de las PASO en 2023.
Hasta el momento, el autor del único proyecto presentado es el rionegrino Luis Di Giacomo, a través del cual un sector del Frente de Todos tercerizó la avanzada para abrir el debate a nivel parlamentario, según consignó NA.
El parlamentario de Juntos Somos Río Negro integra el interbloque Provincias Unidas de cinco integrantes (incluyendo rionegrinos, misioneros y un neuquino), en tanto que Córdoba Federal también se expresó en contra de las Primarias a través de la esposa del gobernador, la senadora Alejandra Vigo -«es un gastadero de plata», dijo-.
Con los tres votos de los diputados peronistas de Córdoba (Carlos Gutiérrez, Natalia De la Sota e Ignacio García Aresca) la cuenta ascendería a 126.
Para llegar al número mágico de 129 bastaría con el acompañamiento de los tres «dipulibertarios», a saber: Javier Milei, Victoria Villarruel y Carolina Píparo, quien se alejó de José Luis Espert y se muestra cercana al «León».
Todos ellos consideran que en el marco de las restricciones fiscales a las que se comprometió el país para cumplir con las metas del Fondo Monetario Internacional, asumir desde el Estado el enorme gasto electoral que implicaría la organización a lo largo y ancho del país de un comicio adicional, sería un despropósito, teniendo en cuenta que la gran mayoría de las agrupaciones políticas irían con candidaturas únicas.
Detrás de estos argumentos sobre una presunta ética fiscal subyace un cálculo de conveniencia política: quien aparece por el momento en las encuestas como la fuerza más competitiva, Juntos por el Cambio, necesita para no dividirse la instancia de las PASO a fin de dirimir sus liderazgos nacionales.
El peronismo podría apelar a su vieja costumbre y presentar candidaturas únicas sin demasiado costo electoral, pero los liderazgos en Juntos por el Cambio están muy atomizados, no solamente dentro del PRO, con Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta ya lanzados, y Mauricio Macri que podría sumarse a la contienda, sino también en el radicalismo, que necesita una candidatura propia para fidelizar a su electorado de cara a las generales de octubre del 2023.
A Milei, que ronda los 20 puntos de intención de voto en las encuestas, le conviene debilitar a Juntos por el Cambio porque compite por la misma base electoral. Coincide además con su mirada ideológica en contra de sumar ingentes gastos superfluos desde el Estado.
“En un país donde la mayoría de la gente no tiene para comer o comprar remedios, insistir con las PASO obligando a los argentinos a pagar con sus impuestos la interna de JxC es de una falta de solidaridad e inmoralidad absoluta. ‘¡La casta al palo!'», había sentenciado semanas atrás Carlos Kikuchi, principal armador y operador político de Milei.
No obstante, en la fuerza política libertaria hay quienes no quieren quedar pegados a una maniobra del peronismo, y por eso no termina de hacerse pública una postura, ya sea en un sentido o en otro.
En este contexto, desde Juntos por el Cambio no pierden oportunidad de señalar que la aprobación de la suspensión de las PASO depende exclusivamente de lo que haga Milei y sus dos diputadas. Quieren marcarlo en la opinión pública para disuadirlo y, en caso de que no lo consigan, hacerle pagar el costo social de haber favorecido al kirchnerismo.