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El caso «Daiana Abregú» (violencia institucional) incluido en campaña de derechos humanos del mundo

País/Mundo. Este jueves se lanzó en Argentina la campaña anual de Amnistía Internacional, «Escribí por los Derechos», que lleva más de 21 años transformando la vida de personas en todo el mundo. 

Con esta campaña se busca lograr un cambio en la vida de quienes sufrieron violaciones de derechos humanos o que están en peligro. Para ello, personas en todo el mundo se unen para escribir cartas, enviar mensajes y tuits, y firmar peticiones en favor de estas personas. 

Estas cartas no son solo una expresión de solidaridad, sino también sirven para exigir a las autoridades que pongan fin a estas violaciones y reparar los daños causados. 

La campaña surgió hace 21 años en Polonia cuando un grupo de amigos decidió celebrar el Día Internacional de los Derechos Humanos con una maratón de envío de cartas durante 24 horas. De 2.326 cartas en 2001 a cerca de 4,7 millones de acciones emprendidas en 2021, Escribí por los Derechos creció hasta convertirse en la mayor campaña de derechos humanos del mundo. 

Es una acción colaborativa que requiere que muchas personas se sumen para exigir por los derechos.

En esta edición, Amnistía Internacional pide justicia por 10 casos, entre ellos el de una mujer francesa que murió a causa del uso ilegal de granadas de gas lacrimógeno durante una protesta; una joven artista rusa que fue detenida por criticar la agresión de Rusia a Ucrania; y dos mujeres transgénero paraguayas que están viendo vulnerado su derecho a la identidad de género. 

Caso argentino

En Argentina, Amnistía Internacional exige justicia para la familia de Daiana Soledad Abregú, una joven de 26 años que fue hallada sin vida en un calabozo de la comisaría de la ciudad bonaerense de Laprida.

Daiana era madre de un niño de 9 años y tenía el sueño de estudiar enfermería. El 5 de junio fue?detenida por una pelea en la vía pública y alojada en la comisaría local. Horas más tarde, la policía informó a su familia que la encontraron muerta en la celda con signos de ahorcamiento y que Daiana habría decidido quitarse la vida.  

Las primeras pericias indicaron que se había tratado de un ahorcamiento autoinfligido. Sin embargo, estos resultados fueron poco confiables ya que no cumplieron con los estándares internacionales mínimos. Una segunda autopsia indicó que la joven no tenía lesiones en el cuello compatibles con el ahorcamiento, sino que presentaba signos de asfixia por sofocamiento. 

En sus declaraciones, los policías habrían reconocido que incluyeron información falsa en el libro de guardias de la comisaría y se contradijeron respecto de las inspecciones realizadas en el calabozo y en el cumplimiento de sus funciones mientras custodiaban a Daiana.  

“Desde Amnistía Internacional acompañamos el reclamo de su familia para que se esclarezcan los hechos y se condene a los responsables. Las autoridades deben tomar todas las medidas necesarias y urgentes para investigar de manera exhaustiva y garantizar el derecho a la verdad, justicia y reparación de la familia de Daiana”, afirmó Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina.  

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