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Sismos en Turquía y Siria afectaron a más de 7 millones de niños y niñas, alertó Unicef

Mundo. Unos 4,6 millones de niños y niñas viven en las 10 provincias de Turquía sacudidas por los terremotos y más de 2,5 millones se han visto afectados en Siria.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó que los terremotos en Turquía y Siria fueron el «peor desastre natural» en 100 años en la región europea, mientras que Unicef advirtió que más de siete millones de niños y niñas fueron afectados por los devastadores sismos.

Los terremotos ya dejaron más de 35.000 muertos y decenas de miles de heridos y los rescatistas locales e internacionales –entre ellos un equipo de 28 brigadistas argentinos- siguen trabajando en la zona para buscar sobrevivientes, aunque las esperanzas cada vez son menores cuando ya pasaron ocho días de ocurrido, consignó Télam.

Por su parte, Unicef advirtió que más de siete millones de niños y niñas fueron afectados por los devastadores terremotos y las más de 1.600 réplicas que han sacudido el sureste de Turquía y el noroeste de Siria.

Aunque la cifra total de población infantil afectada sigue siendo incierta, 4,6 millones de niños y niñas viven en las 10 provincias de Turquía sacudidas por los terremotos y más de 2,5 millones se han visto afectados en Siria, indicó la organización internacional.

“Los niños, las niñas y las familias de Turquía y Siria se enfrentan a unas penurias inimaginables tras estos devastadores terremotos”, afirmó la Directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell. “Debemos hacer todo lo que esté en nuestras manos para garantizar que todas las personas que han sobrevivido a esta catástrofe reciban ayuda de emergencia, en particular agua potable y saneamiento, suministros esenciales de salud y nutrición y apoyo para la salud mental de los niños y las niñas. Y no solo ahora, sino también a largo plazo”, acentuó.

Aún no se ha confirmado el número de niñas y niños que han muerto y han resultado heridos debido a los terremotos y a sus consecuencias, pero es probable que sean muchos miles. La cifra oficial de personas fallecidas supera ya las 35.000.

«Las consecuencias de los terremotos para los niños, las niñas y las familias de la región han sido catastróficas y dejan a cientos de miles de personas en una situación desesperada. Muchas familias han perdido sus hogares y viven en estos momentos en lugares de acogida provisionales, a menudo en condiciones de frío extremo a las que se añaden la nieve y la lluvia como agravantes de su sufrimiento», reportó Unicef en un comunicado.

A su vez, añadió: «Los terremotos también han causado graves daños en escuelas y otras infraestructuras básicas, lo que ha comprometido aún más el bienestar de los niños, las niñas y las familias. El acceso al agua potable y al saneamiento es también una de las principales preocupaciones, al igual que las necesidades en materia de salud de la población afectada».

Los equipos de UNICEF está trabajando sobre el terreno junto a sus aliados para distribuir suministros esenciales como productos sanitarios básicos, mantas, ropa, agua potable y suministros higiénicos, al tiempo que siguen ofreciendo espacios seguros para que los niños y las niñas puedan jugar y sobreponerse a los traumáticos acontecimientos que han vivido.

A pesar de estos esfuerzos, las necesidades de la población afectada «son enormes y los retos, numerosos y complejos», alertó la organización dedicada a la seguridad de la infancia. Los daños y la destrucción de carreteras e infraestructuras clave, a lo que se añaden las condiciones de frío extremo, la nieve y la lluvia, dificultan el acceso a la población y la prestación de la ayuda necesaria.

Asimismo, UNICEF manifestó que «muchos de los equipos de primeros auxilios y del personal de las organizaciones aliadas han muerto, están heridos o han sido desplazados, mientras sus oficinas y equipos han quedado destruidos, dañados o inutilizables».

Tanto en Turquía como en Siria, UNICEF tiene como prioridad proteger a la infancia (en particular, identificando y reuniendo a las niñas y niños separados de sus familias y no acompañados) y prestar apoyo psicosocial a los niños y niñas que podrían haber estado expuestos a experiencias traumáticas.

La organización internacional también trabaja para garantizar que los niños y las niñas puedan volver a la escuela lo antes posible.

UNICEF está evaluando los daños sufridos en los centros educativos y está preparando el terreno para llevar a cabo las reparaciones inmediatas y habilitar espacios temporales de aprendizaje.

En las zonas afectadas de Siria se han suspendido las clases hasta al menos el 18 de febrero, mientras que en las 10 provincias afectadas de Turquía se han aplazado hasta el 1 de marzo, mientras continúan las labores de búsqueda y rescate y los trabajos de reconstrucción.

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