CABA. Con un discurso que por tramos se ancló a la campaña, el alcalde porteño aseguró que «ahora nos vamos a animar a transformar el país”. El presidenciable puso al distrito capitalino como «ejemplo» en materias como Educación, Desarrollo y Seguridad.
El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, inauguró este miércoles su último período de sesiones en la Legislatura local con un discurso en el que ratificó su mensaje antigrieta, cuestionó a los sectores más duros del PRO al advertir que “el cambio no es gritar” y reivindicó los 16 años de gestión en la ciudad de Buenos Aires en un gesto a su antecesor y expresidente, Mauricio Macri.
“En la Ciudad también al principio nos dijeron que no íbamos a poder, que era imposible, que íbamos a fracasar. Y lo logramos. Nos animamos a transformar la Ciudad y ahora nos vamos a animar a transformar el país”, aseguró Rodríguez Larreta en el recinto de sesiones.
En un tramo de su discurso en clave electoral, el jefe de Gobierno llamó a “salir de la división y pelear juntos por el futuro que nos merecemos”, consideró que “cuando salimos del griterío, de la chicana, del ruido que genera la política, aparece el cambio”, y destacó que “no hay teoría política ni ideología partidaria que sea más importante que ser argentino”.
“Nuestro legado es una Ciudad donde la educación es una prioridad. Donde la seguridad no se negocia. Donde la política social es generar trabajo. Donde la salud no es un privilegio. Donde la ley es igual para todos. Y donde hay futuro”, acentuó en defensa de la gestión del PRO en la Ciudad.
«Nosotros dejamos transformaciones en marcha y un plan hacia el 2030 para allanarle el camino a quien la gente elija. Porque todas las transformaciones que valen la pena, llevan tiempo. Y aunque hayamos tenido éxito en las que impulsamos, siempre quedan cosas para mejorar”, remarcó.
En otro párrafo con tinte electoral, Rodríguez Larreta apeló al poder del cambio. “Encontrar en el talento de cada argentino los mejores caminos para transformar. Y eso es lo que necesita nuestro país. La Argentina lleva años sin crecer ni avanzar. Cada paso que damos para adelante nos lleva después dos pasos para atrás. Los cortos períodos de crecimiento no se sostienen porque se construyen desde la división y no desde la unidad».
«Y así, cada gobierno que asume deshace todo lo que hizo el anterior y nunca se resuelven los problemas de fondo, que nos terminan llevando a una crisis peor que la anterior. Esto es así porque la única constante en esta historia es la división. Décadas de peleas generadas por políticos que hicieron campaña a costa de enfrentar a argentinos contra argentinos”, enfatizó.
Al rechazar el fogoneo a la grieta, el referente opositor que aspira a la Presidencia advirtió que “nos hicieron creer que no tenemos nada en común con el que piensa distinto, al punto de que dejamos de invitar amigos a nuestras casas, nos enemistamos con familiares y levantamos la agresividad al máximo en las redes sociales».
«Hay que cortarla con eso. Hoy casi el 40% de los argentinos son pobres, casi 4 millones de personas trabajan en la informalidad y miles de chicos no terminan en tiempo y forma la escuela. Estos son los resultados de décadas de división”, planteó.
De cara al escenario electoral, Rodríguez Larreta aseguró: “La solución no puede ser más de lo mismo. En este momento, nuestro país necesita que lo pongamos primero. No hay teoría política ni ideología partidaria que sea más importante que ser argentino».
«El cambio no es gritar. No es buscar problemas ni culpables. El cambio es buscar soluciones y trabajar todos juntos, sin parar, para llevarlas adelante. En una Argentina tan dividida, sé que esto puede sonar a una utopía. Pero se puede, sé que se puede», completó.