A 21 años de las retenciones, la Sociedad Rural pide por la eliminación del impuesto “excepcional” y “transitorio”

País. Aportaron más de 175 mil millones de dólares y hay 3,7 millones de pobres más. En un crítico comunicado, la entidad rural solicitó a las fuerzas políticas que de cara a las elecciones informen los planes para con el impuesto. 

Veintiún años se cumplen del anuncio de la reimplementación de las retenciones al campo. El comunicado en el boletín Oficial de 2002 indicaba que sería  un «impuesto transitorio, con el objetivo de asistir a los sectores más desprotegidos». 

Pasaron 21 años, el campo transfirió al Estado 175 mil millones de dólares en derechos de exportación, y en la Argentina hay 3,7 millones de pobres más.

Lo que era un tributo que, en ese momento, fue aplicado como algo «excepcional», está más vigente que nunca. Según advirtió la Sociedad Rural Argentina, «sigue poniendo un freno al desarrollo no solo del sector sino también del país».

Según un informe de la SRA, en el período 2001–2022 los productores agropecuarios transfirieron en concepto de retenciones al fisco más de 175 mil millones de dólares.

Sin embargo, la pobreza registró 3,7 millones de pobres más. En 2001 alcanzaba a 16.500.000 personas y en el 2022 el número llegó a 20.200.000.

Además, el último censo agropecuario determinó que hay 70 mil productores menos. Pasaron de 297.000 a 227.000 en dicho período.

Antes los números del informe, la SRA sostuvo que «ese dinero podría haber sido destinado a hospitales, escuelas, infraestructura, atención a la población, pero esto no sucedió: se repartieron subsidios en vez de promover la cultura del trabajo y la productividad».

«En estos momentos, en donde la sequía pega fuerte, las retenciones ponen a los productores al límite de la sustentación económica ya que se aplica la alícuota directamente al precio de mercado o de venta de los productos», se quejó.

Por último, la entidad rural hizo su demanda al arco político: “En este año electoral, le solicitamos a todas las fuerzas políticas que nos digan qué van a hacer con este impuesto cuando les toque gobernar, ya que es imposible concebir el futuro del país que no contemple al campo en el centro de la ecuación económica”.

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