
Córdoba. Por unanimidad, la pena recayó sobre los cabos primero Lucas Gómez y Javier Alarcón. A los uniformados se los condenó a prisión perpetua por el delito de “homicidio calificado”. El fallo habla de un hecho de «violencia institucional”.
Un jurado popular de ocho ciudadanos más dos jueces técnicos de la Cámara en lo Criminal y Correccional de 8º Nominación de la ciudad de Córdoba declararon culpables este viernes a los dos policías acusados de disparar y matar a Blas Correas al tirar contra el auto en el que se trasladaba con amigos por la capital cordobesa en la medianoche del 6 de agosto de 2020.
Los cabos primero Lucas Gómez y Javier Alarcón fueron condenados -por unanimidad- a prisión perpetua e inhabilitación absoluta por el delito de “homicidio calificado”.
También le atribuyeron la tentativa de homicidio calificado de los cuatro amigos que iban a bordo del Fiat Argo junto a al adolescente de 17 años asesinado.
De esta manera, de los 13 policías sentados en el banquillo de los acusados, dos uniformados fueron condenados a prisión perpetua por disparar y matar a Blas, otros 9 recibieron penas menores (entre los 2 años y los 4 años y 9 meses) por distintas responsabilidades vinculadas al hecho principal, como «encubrimiento, falso testimonio y omisión de los deberes de funcionario público»; y dos fueron absueltos.
En el mismo fallo se resolvió también que los cinco chicos atacados a balazos por efectivos de la fuerza policial fueron “víctimas de violencia institucional”.