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La Bolsa de Comercio advirtió que la falta de reservas no se debe a la sequía

Córdoba. La entidad sostiene que el gobierno de Alberto Fernández asumió con US$ 10.000 millones en el Banco Central y que el campo aportó otros US$ 40.000 entre 2020 y 2022. Las pérdidas por la sequía equivalen a 4% del PBI medido en dólares.

Un informe del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la Bolsa de Comercio de Córdoba (BCC) asegura que la falta de reservas internacionales que muestra el Banco Central no se debe a la sequía que afectó al campo durante la última parte del 2022 y los primeros meses de este año.

“El Banco Central no se está quedando sin reservas genuinas por el impacto de la sequía”, señaló la entidad en un informe, el cual indica que desde el año pasado se registra una caída en la actividad económica.

El estudio advierte que cuando asumió Alberto Fernández la presidencia, el Banco Central “tenía aproximadamente US$10.000 millones de reservas propias”, y que  “el sector agrícola generó casi US$ 40.000 millones más que lo usual entre 2020 y 2022”.

“Pese a esto, desde hace casi un año las reservas netas se encuentran al borde de pasar a terreno negativo, subsistiendo a base de préstamos del FMI y medidas como el ‘dólar soja’, cortoplacistas y contraproducentes, ya que agravan los marcados desequilibrios de la economía argentina”, cuestionó la BCC.

En ese marco, el estudio económico plantea que “resulta una gran incógnita si el Gobierno tendrá la capacidad y voluntad política de avanzar con estos ajustes en un año electoral”.

Por la sequía y de acuerdo a las estimaciones de la Bolsa de Comercio, este año “se perderán entre US$ 21.000 y US$ 27.000 millones frente a la campaña agrícola previa”.

“La cifra es equivale a 4% del PBI luego de haber alcanzado un récord de casi US$ 55.000 millones en la campaña 2021/22”, señala el estudio del IIE.

A su vez, se sostiene que “la crisis no es culpa de la sequía” ya que la actividad económica «alcanzó un pico en agosto del año pasado, tras lo cual acumuló una caída de 2,2% en tan solo 5 meses”.

“Esta recesión no se explica por el impacto de la sequía en la cosecha gruesa, que inicia a finales de marzo y comienzos de abril”, apunta el estudio el cual plantea que el valor de la cosecha de este año “se ubicará en torno al promedio del periodo 2015 a 2020”.

Impacto productivo

Los rangos de las estimaciones del Instituto se explican por la falta de consenso sobre el impacto productivo definitivo de la sequía.

De acuerdo a estimaciones preliminares publicadas la semana pasada por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, la cosecha de maíz caería 27% y la de soja, 37%.

Estas proyecciones lucen optimistas frente a las de la Bolsa de Comercio de Rosario: para ellos, el maíz caería 46% y la soja, 48%.

Lo ocurrido con el trigo lleva a pensar que el escenario más probable es el más pesimista. Tras marcar su mejor campaña histórica, perdió casi 10 millones de toneladas (43% menos que 2021/2022).

«No todo fue por la sequía: la superficie sembrada fue 12,5% menor que en la campaña anterior», remarcó la Bolsa de Comercio en su informe.

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