El intercambio comercial cerró mayo con un déficit de US$ 1.154 millones

País. Este déficit contrasta con un resultado positivo de US$ 368 millones de igual mes del año pasado. En lo que respecta a los envíos al exterior, el rubro más afectado fue el de los productos primarios que marcaron un retroceso de 37,2% interanual.

El intercambio comercial cerró mayo con un déficit de US$ 1.154 millones, lo que contrasta con un resultado positivo de US$ 368 millones de igual mes del año pasado, informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

Este resultado fue producto de exportaciones por US$ 6.203 millones, con una baja interanual del 24,8% en la facturación, frente a importaciones por US$ 7.357 millones, con un retroceso del 6,7% en similar período.

En lo que respecta a los envíos al exterior, el rubro más afectado fue el de los productos primarios que marcaron un retroceso de 37,2% interanual, al sumar ventas por US$ 786 millones.

Las Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA) marcaron una baja de 29%, con una facturación de US$ 1.058 millones.

En este caso la fuerte disminución se debió principalmente al retroceso en las exportaciones de granos, a causa de la fuerte sequía que impacto en la cosecha argentina.

Por su parte, las exportaciones de Origen Industrial (MOI) bajaron 9,1% interanual, por un monto de US$ 75 millones; y el rubro Combustible y Energía (CyE) reflejó una merma de 5,5%, indicó el informe del Indec, consignado por Télam.

En lo que respecta a las manufacturas de origen agropecuario (MOA), las mayores bajas se registraron en los envíos de grasas y aceites, con una facturación de US$ 612 millones; seguido por residuos y desperdicios de la industria alimenticia, con US$ 237 millones.

En mayo, el balance comercial del complejo sojero, exportaciones menos importaciones, registró un superávit de US$ 1.160 millones, lo que representó una baja de US$ 946 millones con respecto al mismo mes del 2022.

En este rubro, las exportaciones disminuyeron US$ 610 millones de dólares, mientras que las importaciones aumentaron US$ 336 millones, por la necesidad del sector industrial de comprar granos en países vecinos para no parar la producción de aceite y harina de soja.