País. Mediante el uso de la micropropagación clonal, un equipo de investigadores del INTA Salta y Mendoza trabajan en conjunto para sanear plantas y mantener su calidad genética.
Con el objetivo de potenciar la vitivinicultura en el NOA, buscan establecer viveros locales que produzcan plantas sanas y acondicionadas a las características ambientales de la región. El proyecto cuenta con el apoyo y financiamiento del Consejo Federal de Ciencia y Tecnología (COFECYT).
La vid es una planta que puede durar 25, 50 y hasta 100 años. Esta longevidad, cuando las plantas tienen infecciones crónicas, como un virus, deriva en una pérdida constante de producción. Con el avance de la biotecnología, hoy es posible identificar con precisión qué virus podrían estar presentes en la planta y sanearla.
Así, un equipo de interdisciplinario de investigadores del INTA Salta y Mendoza aplican la técnica de micropropagación clonal para sanear plantas y mantener la calidad genética.
En los últimos años se describieron 90 especies virales que infectan a la vid. Esto la convierte en la planta que es huésped del mayor número de virus en forma natural. Esto no es malo para la planta, sino para la industria y el mercado debido a la reducción constante de rendimiento, y en el caso de uvas para mesa en la calidad del racimo. El conocimiento y entendimiento de estos patógenos, permite generar materiales sanos.
Por esto, “nuestro trabajo está dirigido a estudiar los virus que están presentes en las plantas argentinas para caracterizarlos y determinar cuáles afectan a la productividad y cuáles no”, expresó Sebastián Gómez Talquenca, especialista en virología de la vid del INTA Mendoza.
En ese sentido, Gómez Talquenca indicó: “Estamos colaborando con el INTA Salta en algunas líneas de investigación en torno a sanidad y calidad de las plantas de vid, con el objetivo de apoyar el desarrollo de la vitivinicultura salteña y jujeña”. Y agregó: “Hace más de 20 años que el INTA trabaja en la producción de plantas sanas de vid para luego multiplicarlas y ofrecerlas a los productores”.
“Generalmente, se trabaja en torno a los 10 virus más recurrentes y proponemos al productor plantas libres de esos 10 virus”, expresó el especialista del INTA.
Para esto, “se usó una técnica de micropropagación clonal, que nos sirvió para sacar muchas plantas sanas en poco tiempo y mantener la calidad genética”, explicó Josefina Rivadeneira, investigadora del Conicet con sede de trabajo en el INTA Salta, quien señaló que el estudio surgió a partir del equipo de investigación de Fitovirosis del INTA Salta, quienes constataron el alto nivel de incidencia en viñedos del valle Calchaquí y de allí surgió la idea de obtener y multiplicar material sano.
El cultivo de tejido es una técnica de saneamiento muy potente que permite obtener una planta sana a partir de una muy enferma. “Es un componente estratégico para el desarrollo biotecnológico de la región, no solo aplicable a técnicas de sanidad vegetal sino también a mejoramiento y a conservación de materiales genéticos”, indicó Josefina y agregó: “Este abordaje implica un trabajo interdisciplinario, con especialistas en fitopatología, en fisiología y en cultivos in vitro, que acorta los tiempos de regeneración de una planta”.