Llaryora, junto a Schiaretti y Passerini, encabezó los festejos por el 450 aniversario de la fundación de la Ciudad

Ciudad de Córdoba. También se mostraron juntos, anoche, en la gala de inauguración del Teatro Comedia. Un «Elefante Blanco» que, tras 16 años de abandono, se transforma en un nuevo espacio recuperado y de orgullo para la Capital.

El intendente Martín Llaryora preside este jueves los actos conmemorativos por el 450 aniversario de la ciudad de Córdoba.

A primera mañana, el titular del Ejecutivo municipal encabezó el izamiento del Pabellón Nacional en la plaza San Martín, acompañado del gobernador Juan Schiaretti y el viceintendente Daniel Passerini.

Luego, Llaryora, Schiaretti y Passerini se trasladaron hasta la Plazoleta del Fundador (calle 27 de Abril y Obispo Trejo), donde rindieron un homenaje a Jerónimo Luis de Cabrera.

Antes del mediodía de este jueves, el jefe comunal y su vice, junto al vicegobernador Manuel Calvo, presidió el desfile Cívico militar en avenida Hipólito Yrigoyen, entre Plaza España y el Patio Olmos.

En el marco de la agenda de los festejos, esta noche, en el nuevo Teatro Comedia, se realizará la gala con las distinciones «Jerónimo Luis de Cabrera».

La plazoleta del fundador

Ante el 450° aniversario de la ciudad, el municipio capitalino realizó trabajos de restauración y puesta en valor de la plazoleta y el monumento a Jerónimo Luis de Cabrera.

En la plazoleta pueden verse cuatro alegorías que simbolizan la ciudad, el campo, el arte y la ciencia, labradas sobre un bloque de hormigón revestido con mármol travertino, emplazado detrás de la figura del fundador, elevada sobre la fuente.

Parte del proceso de restauración alcanzó a su vez a las múltiples placas fijadas sobre ese bloque, en el que destacan dos con historias muy particulares.

Aunque Córdoba cumpla 450 años, la estatua de Don Jerónimo recién se colocó en la plazoleta actual en 1955. Bajo la intendencia de Donato Latella Frías hubo un intento de homenajearlo en 1941, pero la obra no avanzó más allá de la piedra basal que se instaló en la Plaza España.

De esa época es la primera placa de bronce que puede verse primero a la izquierda, mirando de frente al Jerónimo. Inmediatamente, a su derecha está la segunda placa que reproduce un fragmento del texto escrito en el acta fundacional.

La escultura y el gesto de Jerónimo

La imponente pieza es un vaciado de bronce de 2,7 metros, colocado sobre un pedestal que despega al fundador otros tres metros del suelo. Fue realizada por el escultor cordobés Horacio Juárez y muestra a Jerónimo con su típico traje de conquistador español.

La mirada de Jerónimo está fija en el cielo mientras su mano derecha empuña una espada que toca un bloque de tierra. Por su parte, la izquierda sostiene algo que a nivel del suelo es imposible de adivinar: el acta fundacional de Córdoba. Todo el gesto está cargado de una clara impronta quijotesca.

Las crónicas de la época detallan que el 6 de julio de 1573, a orillas del río Suquía (hoy barrio Yapeyú) Jerónimo Luis de Cabrera desenvainó su espada, sableó las ramas de sauces como indicaba el procedimiento y el padre Francisco Pérez, con una cruz de madera, bendijo el lugar.

Así, el escribano Mayor rasgó el papel con su pluma y levantó el acta de fundación de la ciudad llamada “Córdoba de la Nueva Andalucía”. Se dice que el nombre designado, fue en homenaje al lugar de origen de la familia de la esposa del fundador, doña Luisa Martel de los Ríos.

Otra representación artística de la fundación puede encontrarse en los murales de la basílica Nuestra Señora de la Merced sobre calle Rivadavia. El gesto de Jerónimo es muy similar.

, , , ,