
País. Para pagar los vencimientos de la semana próxima se establecen créditos puente de otros organismos.
El gobierno argentino y el Fondo Monetario Internacional (FMI) alcanzaron finalmente un acuerdo técnico para reformular el programa vigente, y el país recibirá un desembolso de US$ 7.500 millones una vez que el directorio lo apruebe formalmente.
En un comunicado emitido este viernes, el organismo multilateral expresó que «las autoridades argentinas y el personal técnico del FMI han llegado a un acuerdo a nivel de personal sobre las revisiones quinta y sexta combinadas en el marco del acuerdo del Servicio Ampliado de Fondos (EFF, por sus siglas en inglés) a 30 meses de Argentina».
De este modo, precisó que «el acuerdo está sujeto a la implementación continua de las acciones de política acordadas y la aprobación del Directorio Ejecutivo del FMI, que se espera se reúna en la segunda quincena de agosto«.
Una vez finalizadas las revisiones quinta y sexta, Argentina tendrá acceso a cerca de US$7.500 millones; asimismo, se espera que la próxima revisión (la séptima del programa) tenga lugar en noviembre, según anticiparon, cuando en el programa original estaba prevista para principios del año próximo.
El Fondo precisó que se alcanzó un acuerdo con el gobierno argentino en tres áreas clave, que tienen que ver con la política monetaria, fiscal y acumulación de reservas.
En este contexto, Argentina debe pagar el lunes 31 de julio y el 3 de agosto compromisos con el FMI desde la cartera de Economía se informó que habrá operaciones puente con otros organismos multilaterales para abordar esos compromisos y seguir adelante con el programa garantizado por el organismo multilateral.
Lineamientos claves
Para el FMI, el fortalecimiento y la armonización del régimen cambiario siguen siendo fundamentales para mejorar de manera duradera la cobertura de reservas y la estabilidad externa, y se han tomado medidas para alentar la liquidación de exportaciones y contener las importaciones en el corto plazo, a la vez que se aseguró que seguirá con la política de tasas positivas reales para contener la inflación.
Además, «la política monetaria seguirá siendo un instrumento clave para contener las presiones del mercado, con intervenciones en los mercados de divisas paralelos y de futuros enfocadas en abordar las condiciones desordenadas», según el requerimiento del Gobierno para controlar los mercados.
En cuanto a la política fiscal, el objetivo de déficit fiscal primario para 2023 «se mantiene sin cambios en 1,9 por ciento del PIB».
El cumplimiento de la meta requiere «un mayor endurecimiento de la postura fiscal en la segunda mitad de este año, respaldado por una serie de medidas de ingresos y gastos acordadas, mientras se protegen la infraestructura y los programas sociales prioritarios», según el Fondo.
Asimismo, el paquete de políticas acordado debería impulsar las reservas durante el resto de este año, en consonancia con un objetivo de acumulación de reservas internacionales netas acumulativas de alrededor de US$1.000 millones para fines de 2023 (en comparación con un objetivo de US$8.000 millones en el momento de la cuarta revisión)», lo cual redujo de forma significativa la presión de la meta de reservas para el período.
Precisaron también que «se espera que la acumulación de reservas se vea respaldada por mejoras en el balance energético (como resultado de la finalización de la primera fase del gasoducto) y por la esperada recuperación de la sequía a partir de la última parte de este año».
El comunicado fue emitido por el equipo de FMI encabezado por Luis Cubeddu, director adjunto del Departamento del Hemisferio Occidental; y Ashvin Ahuja, Jefe de Misión para Argentina.