
País. La dosis de refuerzo «ARVAC Cecilia Grierson» está destinada a mayores de 18 años. Fue desarrollada íntegramente en el país y, este miércoles, recibió el visto bueno de la Anmat.
La vacuna demostró ser segura y eficaz como refuerzo contra COVID-19 en mayores de 18 años y ya se produce en la planta de Cassará en la Ciudad de Buenos Aires. Puede adaptarse en cuatro meses a nuevas variantes de SARS-CoV-2 circulantes en la región.
ARVAC es la primera vacuna que completa todas las etapas de desarrollo, desde la investigación en una universidad pública, la producción biotecnológica industrial y la investigación clínica, hasta la autorización de registro por parte de ANMAT, que se anunció este miércoles.
El proyecto fue apoyado por la Agencia I+D+i con un financiamiento por una suma equivalente, a octubre 2023, de $3170 millones de pesos, y fue posible a partir de un consorcio público-privado que contó con más de 600 científicos y profesionales, 25 instituciones y 2.094 voluntarios.
Los estudios preclínicos fueron financiados por la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia de I+D+i), mientras que el desarrollo y el escalado industrial del proceso biotecnológico bajo estándares de calidad GMP, así como el estudio clínico de Fase I, fueron financiados por el Laboratorio Cassará. Los ensayos de fase II/III fueron financiados por la Agencia I+D+i, mientras que la producción de un primer lote de la vacuna a riesgo corrió a cargo de Cassará.
El laboratorio Cassará tiene la capacidad de producir el principio activo, formular y envasar la vacuna en sus plantas habilitadas ya en funcionamiento en nuestro país. La capacidad de producción instalada permitirá no sólo abastecer la demanda del Ministerio de Salud que será pagada localmente en pesos argentinos, sino también exportar el excedente a la región generando ingreso de divisas al país.
La noticia es el resultado de tres años de trabajo de una red que aglutina a más de 600 científicos y profesionales pertenecientes a 24 instituciones públicas y privadas.
La vacuna ARVAC-Cecilia Grierson se basa en proteínas recombinantes, una tecnología segura que ya se aplica en las vacunas contra la Hepatitis B desde hace más de 20 años o más recientemente, el VPH.
Se trata de una tecnología que ha demostrado ser muy segura y robusta, y que permite desarrollar vacunas que se almacenan entre 2 y 8°C (temperatura de heladera).
Estas características podrían permitir que las dosis de la ARVAC Cecilia Grierson, a diferencia de las primeras vacunas contra el COVID-19, sean más económicas, fáciles de producir y de distribuir.