
Córdoba. Por el escándalo y las detenciones de altos jefes, el Gobierno desplazó a Juan María Bouvier, después de 15 años en el cargo, quien quedó detenido.
El director del Servicio Penitenciario de Córdoba, Juan María Bouvier, quedó detenido, junto a Víctor Hugo Vivas, Diego Martín Ayala y Silvia Barberó. Se trata de las máximas autoridades del organismo provincial que quedaron en el ojo de la tormenta por dos causas que investiga la justicia.
Minutos antes, el Gobierno de Martín Llaryora anunció el desplazamiento de la cúpula del Servicio Penitenciario. En este contexto, Gustavo Vidal Lascano asumió como interventor y secretario de Organización Penitenciaria.
El fiscal de Delitos Complejos, Enrique Gavier, acusa a Bouvier y a los otros dos funcionarios de asociación ilícita ante una serie de irregularidades que se viene investigando en varias cárceles de la provincia, como el penal de Bouwer y el de Villa María.
Gavier investigas delitos relacionados con estafas telefónicas de los presos «con la aparente complicidad de las máximas autoridades» y supuestas coimas para mejorar la situación de encierro de los internos.
Ante la noticia, desde el interbloque de Juntos por Cambio en la Unicameral, expresaron su «más enérgica preocupación» ante la sucesión de «hechos de corrupción» de funcionarios que investiga la justicia.
A través de un comunicado, el núcleo opositor adelantó que impulsarán la interpelación al ministro de Justicia y Trabajo, Julián López, «con carácter urgente», para que comparezca ante la Legislatura «a dar explicaciones sobre los últimos hechos que involucran a sus funcionarios en actos de corrupción».
«Necesitamos tener la certeza de que el gobierno va a tomar medidas sobre el asunto y continuar investigando porque difícilmente pueden combatir un problema con funcionarios que son parte de ese mismo problema», advirtió el interbloque que congrega a los cambiemistas.
En su crítica, JxC remarcó: «El modelo cordobés termina demostrando la falta absoluta de políticas en materia carcelaria, establecimientos sobrepoblados, personal mal pago, sin equipamiento, con formacion insuficiente y sin control».
«La ausencia de creatividad para resolver problemas graves como el narcotráfico, la inseguridad, propias del peronismo que irá para 28 años de gobierno, corresponden a una cultura del poder que nos preocupa sobremanera por la degradación permanente, que pone a Córdoba en el conjunto de los gobiernos feudales del país, con las consecuencias que ello conlleva», enfatizó el alineamiento opositor.