
País. Se espera un alto acatamiento a la medida de fuerza para emitir una fuerte señal de rechazo a las políticas implementadas por la administración libertaria. A su vez, implica la negativa a la sanción de la Ley de Bases en el Senado.
La Confederación General del Trabajo (CGT) realiza este jueves, con adhesión de las dos CTA, su segundo paro general desde la asunción de Javier Milei, en medio de una tirante relación con la gestión libertaria por sus políticas de brutal ajuste para dejar atrás el déficit.
Tras no concretar ninguna medida de fuerza de este tipo durante los cuatro años de la gestión anterior de Alberto Fernández, la central obrera resolvió ir a un nuevo paro a sólo cinco meses de la llegada al poder de Milei, un reflejo de lo que viene sucediendo históricamente en la relación entre el sindicalismo y los gobiernos no peronistas.
La enorme mayoría de los sindicatos paran este jueves, ya que la medida de fuerza fue convocada por las tres centrales, por lo que se sentirá fuerte durante la jornada en casi todas las actividades, sin transporte ni atención en dependencias públicas y sólo se espera algo de actividad en algunos locales comerciales.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, volvió a criticar a la CGT en las horas previas a la nueva medida de fuerza y tildó a la central obrera como «los fundamentalistas del atraso», además de ratificar que «a los trabajadores estatales que paren se les descuenta el día».
Los referentes sindicales justificaron la huelga al rechazar las políticas de recortes de fondos para alcanzar un superávit y en su oposición a la Ley de Bases (con la reforma laboral incluida) y el mega DNU.
«No podemos aceptar que todo se libere y que se pretenda que los salarios tengan límites. Somos organizaciones sindicales responsables y tenemos claros cuáles son los límites y las posibilidades de cada sector para llegar a acuerdos», argumentó el cosecretario general de la CGT, Héctor Daer, en la oportunidad del anuncio del paro.
«El impacto que va a generar el ajuste de precios, de tarifas, y el ajuste que se viene dando de achicar los salarios solo nos va a llevar a un proceso recesivo de un nivel inaceptable, por ese motivo tomamos la decisión de convocar a un paro de 24 horas el 9 de mayo», enfatizó Daer aquel día.
Se espera que el Gobierno libertario tras este nuevo paro de las centrales obreras busque volver a tender puentes con los dirigentes moderados que tallan fuerte en la conducción cegetista, como los «independientes«, para seguir explorando el futuro de un vínculo que se nota problemático por las claras diferencias ideológicas y de caminos a seguir, consignó NA.
Por el paro de la CGT no habrá servicios del transporte público de pasajeros ni trenes metropolitanos, regionales y de media y larga distancia. También se verán afectados 703 vuelos que ya fueron cancelados.
Además, adhieren a la medida de fuerza los docentes, los empleados bancarios, los choferes de taxis y los gremios de municipales, entre muchos otros.