Junto a Passerini, Llaryora anunció la construcción de dos centros para el abordaje de las adicciones en la Capital

Córdoba. A su vez, el mandatario y el jefe comunal presentaron el manual para la Integración de la Red de Servicios y Cuidados en Salud Mental y Adicciones.

El gobernador Martín Llaryora y el intendente capitalino Daniel Passerini rubricaron este lunes un convenio por $500 millones para la construcción de dos nuevos centros para el abordaje de las adicciones y la salud mental, que se sumarán a los otros tres que tiene la capital provincial.

El anuncio se realizó durante la presentación de la Red de Servicios y Cuidados en Salud Mental y Adicciones en la ciudad de Córdoba.

“Hace tiempo que venimos trabajando en esta problemática, lo que planteamos ahora es un paso más, que consiste en generar un protocolo unificado para todos los centros que existen, tanto para casos de salud mental como para casos de problemas de adicciones”, definió el gobernador.

Llaryora destacó la inversión de la provincia para la creación de dos nuevos centros de acompañamiento en la ciudad de Córdoba. “Esto será muy importante no solo para la capital provincial, sino para toda el área metropolitana, estamos generando una red inmensa para poder ayudar a quienes sufren el flagelo de las adicciones a las drogas, que afecta a quienes consumen y a sus familias”, sostuvo.

En este sentido, el mandatario provincial valoró el trabajo conjunto con la Municipalidad de Córdoba y a la que se suman numerosas organizaciones sociales y religiosas, además de instituciones del sector privado.

La Red tiene por objetivo brindar un abordaje integral de la salud mental y consumo problemático de sustancias en toda la ciudad, contando para ello con los múltiples actores involucrados en la temática.

De esta manera, el nuevo protocolo establece que en la urgencia, emergencia o crisis se buscará intervenir oportunamente en la resolución de la situación aguda; para ello, se realizará una valoración integral de la persona y su entorno que permita actuar con eficacia y prudencia en pos de facilitar el circuito de acceso al sistema de salud.

“Lo más importante de este nuevo protocolo de atención es que tendrá un abordaje comunitario, y creemos que es la mejor forma para que se den los mejores resultados», afirmó Passerini.

El jefe comunal adelantó el trabajo con los municipios del área metropolitana para que «cuanto antes se pueda aplicar la atención con este nuevo procedimiento».

 “Los municipios del área metropolitana vamos a trabajar para que se aplique en todas las ciudades, de acuerdo a los niveles de responsabilidad y complejidad que tengamos. En Córdoba hay muchísima gente que tiene conocimiento desde lo científico, desde la experiencia personal y desde el compromiso social”, acentuó el titular del Palacio 6 de Julio.

En relación a la atención, el protocolo establece una valoración -triage- basada en indicadores clínicos y de salud mental, y diferentes zonas sanitarias; que determinarán qué centro de salud o entidad tomará participación en el abordaje de la problemática.

En este sentido, la Red dispone la participación de centros de salud del subsector público, de gestión nacional (Hospital de Clínicas), provincial (hospitales generales, Centros de Atención Primaria de la Salud –CAPs-, Poder Judicial, entre otras) o municipal (CAPs municipales, Dirección de Especialidades Médicas –DEM-, hospitales generales, entre otras); y del subsector privado.

Protocolo

El manual se enmarca en un modelo comunitario de atención. Destaca la importancia de las redes formales (centros de salud, hospitales generales, centros de integración comunitaria y otras instituciones polivalentes) e informales (vecindario, grupos de pertenencia, organizaciones territoriales) para garantizar el acceso a la atención en el territorio y promover la salud de las personas en la comunidad.

Las redes de apoyo son posibilitadoras de la continuidad de los cuidados y la sinergia de los recursos para la promoción de la salud de las personas.

La apuesta de la nueva propuesta es alejarse del enfoque estigmatizante hacia las personas, para hacer eje en la restitución de derechos y la reconstrucción del lazo social de los usuarios a través de la salud comunitaria como una propuesta superadora.

Para lograr los objetivos planteados en el nuevo instrumento, se plantea la capacitación de agentes de salud, la creación de un Centro de Atención Telefónica, la articulación con el subsector privado y la implementación de un sistema de georreferenciación unificado para garantizar la continuidad de los cuidados de los usuarios.

Se destacan las siguientes líneas de acción que estarán coordinadas en los tres niveles del Estado, sumando a las instituciones privadas y las organizaciones comunitarias: 1-Protocolo de Urgencias y Emergencias en Salud Mental; 2-Red Integral de Atención en salud mental y continuidad de los cuidados; 3-Indicadores de vigilancia epidemiológica en salud mental y adicciones.

El manual contiene un Recursero, instituciones formales, de la sociedad civil y organizaciones comunitarias clasificadas por zonas sanitarias y niveles de complejidad según la atención. También, cuatro anexos con protocolo de actuación 107, a los fines de evaluar los abordajes y traslados de las personas ante situaciones de urgencias, un nomenclador de códigos CIE 10 (Clasificación Internacional de Enfermedades) con los códigos diagnósticos utilizados con mayor frecuencia a los fines de unificar el registro para una mayor vigilancia epidemiológica.

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