La CAME puso la lupa sobre el RIGI y demandó integrar a este régimen a las Pymes

País. La entidad empresaria aportó su visión crítica respecto al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) ?contemplado en el proyecto de ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos.

La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) consideró que el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) es un instrumento que por los beneficios fiscales otorgados tiene el potencial de atraer inversiones de gran volumen al país. “El gran desafío que tiene este régimen por delante es que esas inversiones se constituyan en una palanca para el crecimiento económico sostenido y la creación de riqueza y desarrollo de la sociedad en su conjunto”, subrayó el secretario general de la entidad, Ricardo Diab.

En esta línea, la CAME advirtió que «es indiscutible que sin inversión productiva no hay desarrollo económico sostenible y que en la actual coyuntura que atraviesa nuestro país las inversiones productivas de gran magnitud deben ser atraídas por incentivos fiscales».

Tras destacar que el RIGI es «un potente sistema de atracción de inversiones productivas», el sector resaltó que «no se debe dejar de lado que todo incentivo hacia la inversión tiene como contrapartida una menor recaudación y un trato discriminatorio hacia las empresas que no cuentan con dichos beneficios».

“Por este motivo es que un régimen de incentivos es sólo justificable en la medida en que la sociedad en su conjunto obtenga un beneficio superior al costo en el que incurre y que dicho beneficio se materialice durante un largo período de tiempo”, sentenció el presidente de la entidad, Alfredo González.

Desde CAME se dijo que «comparte la necesidad de generar incentivos a la inversión productiva» pero, a propósito del retorno sobre esa inversión, lanzó una serie de preguntas: «¿cuántos puestos de trabajo generarán esas inversiones? ¿Cuántos proveedores locales se integrarán a este proceso? ¿Cuál será el saldo neto de divisas que se generará en nuestro país como consecuencia de este régimen? ¿Cuáles son las cláusulas que fomentan la participación de nuestras empresas en el proceso de inversión?».

“Incluso creemos que podrían mejorarse algunas partes del articulado sobre la base de normativas vigentes. Sólo como ejemplo citaremos la Resolución del 256/00 del Ministerio de Economía de la Nación que impulsa la inclusión del contenido nacional en estos proyectos de inversión”, resaltó Diab.

A modo de conclusión, la CAME enfatizó que «es perentorio atraer inversiones, es imperioso que nuestro sistema productivo ascienda a una escala superior y es necesario otorgar incentivos para motorizar esas inversiones. Pero, al mismo tiempo, es imprescindible integrar a este régimen a las pequeñas y medianas empresas, a la industria existente, a las economías regionales y a las locales».

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