Santa Fe. “Depongamos las anteojeras partidarias y trabajemos juntos para volver a ser una potencia mundial”, afirmó el mandatario en su discurso al encabezar el acto oficial por el Día de la Bandera.
El presidente Javier Milei convocó a todas las autoridades políticas del país, a la justicia, los empresarios y los trabajadores a participar el próximo 9 de julio en Tucumán de la firma del Pacto de Mayo para “dar vuelta la página de nuestra historia”.
El titular del Ejecutivo nacional se pronunció de esta manera al encabezar este jueves el acto de conmemoración del Día de la Bandera y el 204º aniversario del paso a la inmortalidad del general Manuel Belgrano, en la ciudad de Rosario, junto al gobernador de Santa Fe Maximiliano Pullaro y el intendente Pablo Javkin.
En un discurso moderado por cadena nacional, el jefe de Estado destacó: “Quiero aprovechar este día para convocar a todas las autoridades políticas, los gobernadores de las provincias argentinas, los dirigentes de los principales partidos políticos, los expresidentes de la Nación, los miembros de la honorable Corte Suprema de Justicia, empresarios, trabajadores y, por supuesto, a toda la ciudadanía argentina que nos encontremos la noche del próximo 9 de Julio en Tucumán para firmar el Pacto de Mayo y finalmente empecemos juntos a dar vuelta la página de nuestra historia”.
Ante la atenta mirada de un centenar de rosarinos que aplaudieron en cada pasaje de su intervención y de su Gabinete casi completo -a excepción del ministro de Economía, Luis Caputo- el jefe de Estado propuso: “Depongamos las anteojeras partidarias, nos desprendamos de nuestros intereses particulares y trabajemos juntos para establecer el nuevo orden económico que la Argentina necesita para volver a ser una potencia mundial”, y manifestó su deseo de que “este año sea recordado en la historia Argentina como el punto de inflexión en el que volvimos a empezar a ser grandes”.
Durante su discurso, el Presidente también reivindicó la figura del creador de la insignia patria, el general Manuel Belgrano, por ser un “ejemplo de austeridad y honradez en el ejercicio de la autoridad pública” y porque “eligió no renunciar a la bandera, aún a pesar de las órdenes de Buenos Aires”, ya que la libertad “a la larga siempre se abre camino, por más que unos pocos se resistan o la quieran contener”.
Visiblemente emocionado, continuó: “La Libertad no pide permiso, se impone. No se esperan las órdenes de ningún burócrata que especula qué conviene y qué no. La libertad es un instinto innato de ser argentino porque es ineludible por más que unos pocos se resistan o la quieran contener”.
En un paralelismo con algunas de sus premisas contra lo que suele denominar “la casta política”, remarcó: “Belgrano como tantos otros tuvo que enfrentarse a las porosas manos de los políticos. Murió pobre, sin poder cobrar el dinero que el Estado le debía en concepto de general”.
“Nunca le pagamos correctamente por el servicio que había prestado. No es un invento de las últimas décadas que los políticos le falten el respeto a los uniformados que ponen el cuerpo por la patria sino una tradición lamentable que debemos terminar”, sostuvo. Debajo del atril, ubicado a unos metros, el ministro de Defensa, Luis Petri, aplaudía sus palabras.
Asimismo, subrayó: “Por eso las banderas no se queman, no se lavan ni deben ser capturadas por el enemigo porque son la materialización de la libertad y la autonomía del pueblo».
En la primera fila se ubicaron la vicepresidenta, Victoria Villarruel, de las más aplaudidas; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y los ministros Mario Russo (Salud), Patricia Bullrich (Seguridad), Sandra Pettovello (Capital Humano), Luis Petri (Defensa), Diana Mondino (Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto) y Mariano Cúneo Libarona (Justicia).
También los secretaros Javier Herrera Bravo (Legal y Técnica), Karina Milei (General de la Presidencia; el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem, y el vicejefe de Gabinete, José Rolandi.