País. «La casta de la que él hablaba es la casta con la que pudo joder a los jubilados», cuestionó la ex mandataria al apuntar contra el líder libertario.
La ex vicepresidenta Cristina Kirchner reclamó este viernes al presidente Javier Milei que «largue a Milton Friedman, largue la escuela austríaca, cace el manual argentino y siéntese a administrar».
La ex mandataria advirtió de todos modos que con Milei es «una de cal y una de arena» porque le reconoció que consiguiera que «saquen» a Rodrigo Valdés del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, que según dijo «parece que no era muy amigo de la Argentina» y que, añadió, le hubiera «gustado» que en ese aspecto «ese empeño lo hubieran tenido otros».
En su pronunciamiento desde la Universidad Nacional del Oeste, en Merlo, Fernández de Kirchner sostuvo que los cinco diputados radicales que «se dieron vuelta» en el debate por la ley de jubilaciones porque «les compraron el voto, lisa, llana y literalmente» son los que «pegaron» al mandatario Javier Milei «con la casta». «La casta de la que él hablaba es la casta con la que pudo joder a los jubilados», apuntó.
Después criticó el plan económico de Milei al advertir que «la gracia está en que la gente coma y que puedas administrar el Estado también» porque, dijo, el hecho de que «se mueran todos de hambre y a vos te sobre la plata es fantástico».
«No pagando deudas, ahogando a provincias, no haciendo obras públicas ni hospitales… así cualquiera», planteó la ex titular del Senado, quien señaló que su gobierno «completó un ciclo del 2003 al 2008 de superávit fiscal con crecimiento e inclusión social».
Al redoblar su critica contra el Presidente, sostuvo que «como no consiguió los dólares para la dolarización que había prometido, sueña con la competencia de monedas».
Esto es, explicó, que la clase media «saque los dólares que tiene encanutados» para pagar sus gastos corrientes y deudas y «remonetizar» Argentina.
En su mensaje, Cristina Kirchner criticó los modos del mandatario al sostener que «las palabras de un presidente no pueden contener violencia, simbólica o explícita», sino que ese discurso tiene que ser «sanador y no violento».
«Ver a un presidente recurrir todo el tiempo a ´se los vamos a dejar como mandriles , ´compren vaselina´, niños envaselinados, gesto de onanismo o fálicos… La palabra de un presidente es muy importante, y los niños prestan atención a esas cosas», cuestionó.
Por otra parte, la ex presidenta reconoció a los senadores que en las últimas horas sancionaron la ley de actualización del presupuesto universitario, una medida sobre la que Milei ya anunció que aplicará un «veto total».
Tras mandarle un «saludo» a esos legisladores, CFK sostuvo desde Merlo, donde brindó una clase sobre economía, que «los que critican a las universidades del conurbano siempre han visto al país desde el helicóptero o por el espejo retrovisor y no han comprendido las realidades diversas y profundas que tiene el país».
Después recordó el voto adverso de su entonces vicepresidente Julio Cobos durante la sesión por la resolución 125 y se diferenció de la actual titular del Senado, Victoria Villarruel, al definirse como «una pinturita». «Después hablan de algunas vicepresidentas… yo, una pinturita», ironizó Fernández de Kirchner al recordar el voto de Cobos en contra del Gobierno que integraba.