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La UCR echó del partido a Picat y a los otros dos diputados radicales con peluca

País. El órgano disciplinario de la UCR nacioanl expulsó a Picta, Campero y Arjol por su alineamiento al poder libertario para blindar los vetos a las jubilaciones y al presupuesto universitario: “Lesionaron la dignidad del espacio”.

Tras la polémica conversión de los tres diputados radicales a las filas del poder libertario cuando el Gobierno de Javier Milei más los necesitaba, la Unión Cívica Radical (UCR) echó del partido a los dirigentes “con peluca” que votaron en línea con La Libertad Avanza (LLA) para mantener los vetos a la suba de las jubilaciones y a la Ley de Financiamiento Universitario, iniciativas impulsadas por el propio espacio centenario en conjunto con otras bancadas opositoras: “Los legisladores lesionaron la dignidad del espacio”.

“Al momento de dictarse la resolución final en el presente proceso disciplinario, consideramos que los afiliados Mariano Campero, Martín Alfredo Arjol y Luis Albino Picat deben ser separados de las filas partidarias por haber incurrido en inconductas graves que lesionan la dignidad de la Unión Cívica Radical”, informó el partido en un documento difundido hace unos días con la rúbrica del Tribunal Nacional de Ética de la agrupación al término de un largo procedimiento que juzgó el comportamiento de los diputados bajo el ojo de la tormenta.

Los tres legisladores, bautizados luego como “radicales con peluca” por su evidente afinidad a la administración de Milei, le garantizaron a la administración libertaria el tercio de votos necesario en la Cámara Baja para blindar los vetos a la actualización de las jubilaciones y a la suba del presupuesto a las universidades, proyectos que fueron sancionados con el apoyo de la propia UCR.

En ese sentido, el radicalismo no cuestionó que los legisladores hayan “votado apartándose del bloque”, sino que consideró “inadmisible” el contexto en que la conversión ocurrió, con una picante fotografía en vísperas de la sesión entre los dirigentes y el propio Milei en Casa Rosada.

“No se trató de ningún acto sorpresivo al que los participantes pudieran haber sido inducidos, sorprendidos o engañados, sino una actitud deliberadamente provocadora, a sabiendas del impacto de ese encuentro”, sentenció el tribunal disciplinario del centenario partido.

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