
Gaza. La demanda se produce tras la decisión de Israel de suspender la entrada de asistencia vital a la Franja al terminar la primera fase del alto el fuego.
Israel anunció el domingo que bloquearía una vez más la entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza luego de terminar el sábado 1 de marzo la primera fase del acuerdo de alto el fuego de seis semanas que firmara con Hamas en enero pasado.
El gobierno israelí argumenta que el acuerdo no puede continuar sin la liberación de todos los rehenes que todavía retiene Hamas, y afirma que la medida se tomó en concordancia con Estados Unidos.
El Secretario General de la ONU, António Guterres, respondió a esta decisión pidiendo que se reabra de inmediato la entrada a la ayuda vital a Gaza, donde la población la precisa desesperadamente.
A través de su portavoz, Guterres también llamó a la liberación de todos los rehenes e instó a todas las partes a hacer todo lo posible para impedir que se reanuden las hostilidades en el territorio palestino.
El titular de la ONU asistirá el martes a la cumbre extraordinaria de la Liga Árabe para discutir la reconstrucción de Gaza.
Por su parte, el responsable de la Oficina de Asuntos Humanitarios (OCHA) calificó de “alarmante” la medida israelí y recordó que contraviene las leyes internacionales.
“El derecho internacional humanitario es claro: se nos debe permitir el acceso para entregar ayuda vital”, recalcó Tom Fletcher en una publicación en X.
El secretario general adjunto añadió que no se puede dar marcha atrás a los avances de los últimos 42 días. “Necesitamos que entre la ayuda y que los rehenes salgan”, dijo.
Al cobrar vigencia el acuerdo de alto el fuego el 19 de enero, la entrada de suministros básicos a Gaza aumentó, alcanzando un promedio diario de 600 camiones cargados de bienes vitales.
Aunque esa ayuda ha aliviado un poco las necesidades de los gazatíes las agencias humanitarias han advertido constantemente que no es de ninguna manera suficiente.
En este sentido Fletcher recalcó que el alto el fuego debe mantenerse. “Tenemos que hacer llegar la ayuda y sacar a los rehenes”, insistió.
Según los despachos de prensa, el anuncio del cierre a la ayuda lanzó a los palestinos a las tiendas a surtirse con los escasos víveres que se encuentran a la venta, generando una triplicación de los precios.
El año pasado, la Corte Penal Internacional (CPI) consideró que hay razones para creer que Israel utiliza el hambre como método de guerra. En esa ocasión, el tribunal también emitió una orden de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
El cargo de uso del hambre como arma también sustenta parte del caso que Sudáfrica llevó a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), acusando a Israel de genocidio.
En la esfera de los derechos humanos, el Alto Comisionado de la ONU para esas garantías aunó su voz a Guterres y Fletcher llamando a la reanudación inmediata de las entregas de asistencia humanitaria.