Tras el «decretazo» libertario por la Corte, el pliego de García Mansilla pende de un hilo en el Senado, junto con el de Lijo

País. Faltaría una sola firma para que el pliego del flamante integrante del máximo tribunal pueda ser tratado en el recinto de la Cámara Alta. Aunque, hace falta que se alineen los planetas para poder sesionar.

Los pliegos de Manuel García Mansilla y del juez federal Ariel Lijo penden de un hilo en el Senado, luego de que el presidente Javier Milei los nombrara por decreto en comisión en la Corte Suprema hace poco más de una semana.

Esto se debe a que cayó muy mal en la Cámara Alta la acción del mandatario libertario de meter por la ventana, prácticamente, a García Mansilla y a Lijo a solo dos días del inicio del período ordinario de sesiones en el Congreso.

García Mansilla juró en la Corte el jueves de la semana pasada, pero su pliego aún está en el Senado sin tener ni siquiera las 9 firmas que habilitan su tratamiento en el recinto. Ese panorama cambió en las últimas horas.

Fuentes de diversos bloques consultadas por la Agencia Noticias Argentinas coincidieron en que, en realidad, al despacho de García Mansilla solo le faltaría una firma. De esta manera, el pliego del académico estaría al borde de quedar expuesto a la suerte de los senadores en el hemiciclo, lo que podría ocurrir la semana próxima, también con el de Lijo. 

El pliego de Lijo ya está habilitado para ser discutido, luego de aparecer por arte de magia el 12 de febrero pasado. Hoy la Corte Suprema rechazó el pedido de licencia extraordinaria del juez, lo que lo obliga a renunciar a su juzgado para asumir.

«Creo que caen los dos. Si no caen los dos estamos fritos«, reflexionó un senador del interbloque peronista. Más allá del deseo y la predicción de este alfil K, en el kirchnerismo la posición no es unánime, al menos, frente a Lijo. Algo similar sucede en la UCR.

El bloque PRO rechazó la designación por decreto, pero tampoco avanzaba en ninguna acción ni dirección. No parece haber puentes que unifiquen estas posturas para concretar una sesión.

La única cuestión en común que comparten estos partidos, que funcionan sin liderazgos claros ni unánimes, es el rechazo por la designación en comisión de García Mansilla y Lijo. Sin embargo, eso no significa que no apoyaran a cualquiera de estos dos candidatos.

De todos modos, lo cierto es que, si el Senado avanza en el rechazo de ambos pliegos, como se esperaba, las dudas pasarán al plano técnico. De darse ese escenario, la duda es si ambos jueces están en condiciones de permanecer en el tribunal hasta noviembre de este año.

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