Miles de fieles dan su último adiós al Papa Francisco en la basílica de San Pedro

Vaticano. Los restos mortales del Sumo Pontífice fueron trasladados de la Casa Santa Marta a la Basílica de San Pedro, donde su cuerpo reposa para que los fieles puedan rendirle un último tributo antes de la misa de exequias que tendrá lugar el sábado.

Los restos mortales del Papa Francisco fue trasladado este miércoles desde la capilla de la residencia Casa Santa Marta a la basílica de San Pedro durante una procesión que fue seguida por un servicio dirigido por el camarlengo Kevin Farrell, el cardenal encargado de hacer los arreglos para el funeral y para el cónclave en las próximas semanas.

La procesión recorrió la plaza de Santa Marta y la plaza de los Protomartiri Romani, pasando por el Arco de las Campanas y adentrándose en la plaza de San Pedro, antes de entrar en la basílica por la puerta central.

El féretro del Sumo Pontífice fue colocado en el altar de la confesión, un espacio sagrado frente al altar mayor, sobre la tumba de San Pedro, el primer pontífice. Los cardenales presentes en la basílica se acercaron en parejas para presentar sus respetos. 

Desde las 11:00 (hora en la Ciudad del Vaticano) miles de personas le dan su último adiós al Papa Francisco en la basílica vaticana.

Como parte del esfuerzo de Francisco por simplificar los ritos funerarios papales, su cuerpo yace en un ataúd de madera abierto, habiendo eliminado la tradición de tener tres ataúdes de ciprés, plomo y roble.

Oración por el alma de Francisco

El camarlengo de la Santa Romana Iglesia inició la liturgia en la capilla de la Casa Santa Marta con una breve oración por el alma del Papa Francisco.

En la oración, el purpurado dio gracias a Dios por los 12 años de ministerio del difunto Papa.

«Al dejar ahora este hogar, demos gracias al Señor por los innumerables dones que concedió al pueblo cristiano a través de su siervo, el Papa Francisco», rezó.

«Pidámosle, en su misericordia y bondad, que conceda al difunto Papa un hogar eterno en el reino de los cielos, y que conforte con la esperanza celestial a la familia papal, a la Iglesia en Roma y a los fieles de todo el mundo», dijo Farrell.

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