
País. El mandatario libertario desplegó su furia en X durante el Día del Trabajador.
El presidente Javier Milei volvió a cargar contra la prensa en defensa de su asesor Santiago Caputo, quien protagonizó otro escándalo al amedrentar el martes pasado a un reportero gráfico en la antesala del debate de los candidatos a legisladores porteños.
El mandatario libertario inició su publicación en su cuenta oficial de X realizando seis preguntas: «Si una persona no tiene ganas de hablar con el periodismo ¿hay una ley que lo obligue?«.
En esa línea, dijo: «Si una persona le manifiesta a los periodistas que no quiere hablar con ellos ¿tienen los periodistas derecho a perseguir, hostigar y acosar a una persona para tener una respuesta?«.
«Frente a la no respuesta ¿tienen los periodistas derecho a golpear a la persona con el micrófono en la cara?«, siguió.
Y advirtió en clara referencia a Caputo: «En caso que la persona abordada por las cámaras sea de conocimiento público que es fotofóbico ¿es lícito que el camarógrafo le ponga luces en la cara sabiendo que daña los ojos de la persona?«.
«¿Es lícito que los periodistas metan drones en la casa de una persona? ¿Es lícito que los periodistas mientan, calumnien e injurien sin permitir que la persona agraviada pueda defenderse? ¿y si además, el periodista recibe fondos públicos para hacerlo?», agregó.
Según Milei, todo «estas cosas el periodismo las hace regularmente y hasta la llegada de las redes sociales con impunidad total y absoluta».
«Por eso odian a las redes sociales. Hoy no pueden extorsionar y chantajear. Sus ingresos caen y por eso pegan», resaltó el jefe de Estado en una furiosa crítica contra la prensa, uno de sus enemigos predilectos.
El presidente cerró su publicación calificando de «depravado» y «violento» el comportamiento del periodismo. En su embate contra la prensa, subrayó: «No odiamos lo suficiente a los periodistas».
Tras este posteo, el titular del Ejecutivo nacional se quejó por declaraciones que supuestamente le realizó al papa Francisco en su último encuentro, en contraposición a un textual publicado en un periódico porteño. «Mi respuesta fue: el Papa me pidió que cuidara a los vulnerables y le cumplí bajando la cantidad de pobres en 10 millones de personas», sentenció.