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Las dos CTA le exigieron al Congreso que rechace dos decretos de Milei que atentan contra la cultura

País. Se trata de las normas legales 345 y 346/2025, llevadas adelante por el Gobierno de Milei, a las que califican como “inconstitucionales”.

La Central de Trabajadores de Argentina y la Central Autónoma de la Argentina (CTA) “instaron” al Congreso Nacional a que rechace los decretos 345 y 346/2025 del Ejecutivo Nacional por ser “inconstitucionales” y “atentar contra la cultura argentina”.

Los dos secretarios generales Hugo Yasky (CTA) y Hugo ‘Cachorro’ Godoy (CTA Autónoma) emitieron un comunicado en el que afirmaron que, estas dos normas legales, “disuelven o modifican once organismos culturales e históricos”, creados por leyes que fueron votadas de manera democrática, “eliminando su autonomía y la representación federal” de su composición.

Entre las principales causas que enumeraron, se encuentran la falta de “autarquía y distribución federal de fondos al Instituto Nacional del Teatro”; liquida la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP), “que sostiene bibliotecas populares en todo el país desde 1870”; “transforman en museos o eliminan” institutos históricos como el Sanmartiniano, Eva Perón, Yrigoyeneano y otros que “preservan nuestra memoria” como país.

“Es una decisión unilateral y arbitraria del Poder Ejecutivo. Estas medidas avanzan más allá de la Ley de Bases 27.742/2024 ya que en su artículo 3, inciso ‘b’, protege expresamente a los organismos culturales. El argumento del ajuste es falso: estos espacios se financian con su propia actividad según la Ley 27.693/2022 y su costo presupuestario es mínimo”, indicaron las centrales de trabajadores en su pronunciamiento.

Según las dos CTA, el “verdadero” objetivo es “concentrar poder, borrando décadas de construcción cultural federal y comunitaria” y, por ese motivo, le “exige” al Congreso rechazar estos decretos “por inconstitucionales”, “defender la cultura como derecho fundamental” y “garantizar la participación federal en las políticas culturales”. “La cultura no es gasto. Es identidad, memoria y trabajo”, concluyeron.

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