País. El Servicio Nacional de Manejo del Fuego informó que hubo un máximo de 14 provincias con incendios en simultáneo y que sólo San Juan no tuvo siniestros. Este año, el 95% de los incendios se originaron por la acción humana y negligencia.
Los incendios forestales reportados durante este año dejaron como saldo negativo más de un millón de hectáreas afectadas en distintas provincias, el 95% de ellos producidos por la acción humana y en un contexto de sequía prolongada.
La superficie estimada afectada por incendios reportados entre el 1 de enero y el 15 de diciembre fue de 1.080.846,98 hectáreas en todo el país, el dato se desprende del último reporte de incendios del 24 de diciembre suministrado por Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF).
Las provincias más comprometidas por los incendios fueron Córdoba y Entre Ríos, mientras que la única que no presentó problemas de este tipo fue San Juan.
En Buenos Aires se quemaron 1.104 hectáreas; en Catamarca 31.219; en Chaco 85.000; en Chubut 6,263; en Córdoba 326.800; en Corrientes 7.876; en Entre Ríos 309.460; en Formosa 20.459; en Jujuy 37.240; en La Pampa 5.695; en La Rioja 2.396; en Mendoza 13.908; en Misiones 1.731; en Neuquén 15.540; en Río Negro 36.357; en Salta 71.869; en San Luis 47.642; en Santa Cruz 302; en Santa Fe 19058; en Santiago del Estero 29.532; en Tierra del Fuego 0,5; y en Tucumán 11.389.
Según el SNMF, hay causas naturales que producen el fuego, donde la más común es la caída de rayos producidos por tormentas eléctricas. Aunque se remarca que el 95% de los incendios son por causas antrópicas. Es decir por negligencia: fogón mal apagado, o fuegos intencionales para deforestar.
«El 95% de los incendios forestales son producidos por intervenciones humanas. Entre las primeras causas se encuentra el uso del fuego para la preparación de áreas de pastoreo. Otras causas que prevalecen son el abandono de tierras, las fogatas y las colillas de cigarrillos mal apagadas», advirtió el Servicio Nacional de Manejo del Fuego.
Y agregó: «Los factores climáticos, como la falta de precipitaciones, las temperaturas elevadas, el bajo porcentaje de humedad, las heladas constantes y los vientos fuertes, inciden en la propagación del fuego. Cuando se dan estas condiciones, debemos extremar las precauciones».
En cuanto al impacto ambiental del fuego sobre el medio biológico, se destacó que el fuego genera una alteración significativa en el sistema natural que provoca: la pérdida de biomasa, estructura vegetal, fragmentación de hábitats y pérdida de especies endémicas de la región. Se ven afectados los servicios ecosistémicos que brindan los distintos ambientes, como los valiosos servicios que aportan humedales y bosques.