«Mi Reloj Interno», la app creada por científicas argentinas que permite mejorar el descanso

País. La aplicación es el resultado de una iniciativa que buscó conocer cómo se han visto afectados el sueño y los ritmos circadianos de las personas durante la pandemia.

El proyecto “Desafíos cronobiológicos asociados al aislamiento social” fue uno de los seleccionados dentro de la convocatoria IP COVID financiada por la Unidad Coronavirus que la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i) integra junto con el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y el CONICET.

Con el objetivo de contar con evidencia acerca de qué efectos tuvo la pandemia en el sueño y los ritmos circadianos de las personas, el equipo de investigación a cargo de esta iniciativa realizó una encuesta a 4000 personas de entre 13 y 100 años de todo el país sobre sus hábitos cronobiológicos, actividades cotidianas, horarios de sueño y preferencias diarias.

Maria Juliana Leone (CONICET, UNQ, UTDT) dirigió al equipo responsable de esta iniciativa conformado por las investigadoras del CONICET Lia Frenkel (iB3, UBA), María Fernanda Ceriani (FIL) y Paula Cramer (Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación). A lo largo de todo el proyecto también colaboraron Ariel Haimovici, Elisa Epstein, Diana Munilla, Ignacio Oroná y Milagros Wienert. Mi Reloj Interno cuenta con el respaldo del Observatorio Académico de Aplicaciones Móviles para la Salud de la Universidad Nacional de Quilmes.

El reloj biológico es un mecanismo interno que impone un ritmo de alrededor 24 horas a todas las funciones corporales para que ocurran en el momento óptimo del día. Desde el cerebro el reloj controla cuándo estamos alertas o cuándo necesitamos dormir, el momento óptimo para aprender o hacer actividad física, e impone ritmos diarios en procesos tan variados como la presión arterial, la liberación de hormonas, el metabolismo, etc. El reloj interno se pone en hora a diario en respuesta a distintos factores del ambiente (principalmente los ciclos de luz y oscuridad, la ingesta de comida o la actividad social).

Cuando el reloj interno y el ambiente están desajustados por mucho tiempo, como sucedió con la irrupción de la pandemia del COVID-19 y las medidas de aislamiento, aparecen problemas de salud que van desde trastornos en el sueño como el insomnio, hasta problemas metabólicos como la diabetes. Además puede afectar al sistema inmunológico y asociarse a trastornos psiquiátricos como la depresión. También puede reducir el rendimiento cognitivo, aumentar la cantidad de errores y dificultar el aprendizaje.

La investigación contó con diferentes pasos. En relación a la metodología, por un lado, se realizó un cuestionario estandarizado a través de la página web de la iniciativa. Por otro lado, se hicieron encuestas telefónicas. La combinación de ambas herramientas aseguró la participación de personas de distintos rangos etarios y niveles socioeconómicos. La información fue procesada por un equipo interdisciplinario conformado por especialistas en sociología, demografía y muestreo.

Como resultado, se generó un algoritmo capaz de vincular hábitos con determinadas características de ritmos circadianos. Este algoritmo, implementado en la aplicación, asocia hábitos vinculados con determinadas características de los ritmos circadianos.

Como resultado de esta investigación, el proyecto lanzó una aplicación gratuita para telefonía celular que permite realizar un autodiagnóstico y obtener recomendaciones personalizadas según edad, género y costumbres horarias, para mejorar el estado del reloj circadiano, conocido coloquialmente como reloj interno.

La aplicación hace preguntas sobre hábitos, analiza los datos ingresados y brinda recomendaciones para mejorar el funcionamiento de este reloj mediante la toma de conciencia de los hábitos diarios que inciden en él. Desde el equipo de investigación señalaron que ya existían varios estudios sobre el reloj circadiano, pero la mayoría se han hecho en países con costumbres horarias muy distintas a las desarrolladas en el país.

Esta es la primera investigación destinada a obtener una aplicación que da recomendaciones para mejorar los ritmos circadianos y el sueño, a partir de datos de la población de Argentina. Ésta se diferencia de otras en algunos de sus hábitos, particularmente los que ocurren por la noche, como hacer actividad física, cenar tarde, y juntarse con amigos después de cenar.

La evaluación del impacto de los hábitos diarios en el reloj de la población argentina requiere del relevamiento de datos locales ya que los disponibles en la literatura provienen de países del hemisferio norte cuyas costumbres son menos vespertinas.

La luz es el estímulo principal que pone en hora al reloj interno. Por eso mismo, la aplicación, en su versión para Android, cuenta además con un sensor de luz para que los usuarios y usuarias puedan evaluar cuáles son los lugares de la vivienda o ámbito de trabajo para obtener luz solar mientras se realizan las actividades cotidianas.

Como resultado, se construye un registro de los lugares con mayor intensidad de luz que permite tomar decisiones, como por ejemplo, dónde ubicar un escritorio de trabajo. En el caso del sistema operativo iOS, la aplicación guarda registros hechos en otras aplicaciones.

Las personas de al menos 13 años que vivan en Argentina pueden descargar la aplicación en forma gratuita (actualmente en la plataforma Android y próximamente en iOS). Es importante destacar que los datos ingresados en la app son anónimos y se encriptan durante su traslado al servidor.

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