Ciudad de Córdoba. El jefe comunal y su vice acompañaron al Arzobispo Ángel Rossi durante la manifestación contra la droga y la violencia convocada por la Iglesia Católica.
El intendente Martín Llaryora y el viceintendente Daniel Passerini acompañaron en la tarde de este lunes al arzobispo Ángel Rossi durante la manifestación contra la droga y la violencia convocada por la Iglesia Católica.
El titular del Palacio 6 de Julio destacó la importancia de “estar juntos y trabajar en conjunto para hacer frente a una problemática que afecta a toda la sociedad”.
“¡Basta de droga! ¡Basta de violencia!” fue la consigna del encuentro que se desarrolló este lunes en la explanada de la iglesia Catedral y contó con el apoyo del Comité Interreligioso por la Paz (COMIPAZ).
El arzobispo leyó un documento pidiendo frenar la avanzada de inseguridad. “Este clamor nace de lo más hondo del corazón. Este grito nace de la bronca e impotencia, pero también desde la esperanza que estamos a tiempo para ponerle freno. Que otra patria es posible y que entre todos podemos. Este es un anhelo que no sabe de grietas, une a las orillas distantes, no tiene partidos, no es una consigna de ninguna fracción, es una consigna que nos une a todos”, señaló.
A su vez, instó al Estado a tomar medidas inmediatas para combatir el narcotráfico y advirtió sobre las consecuencias de no actuar a tiempo. En especial, Rossi planteó que se debe atender el urgente problema de la drogadicción. “Nos duele y nos llena de impotencia ver a nuestros niños y jóvenes hechos víctimas de la miserabilidad de unos pocos”, acentuó.
Hace menos de dos semanas, Rossi emitió un duro mensaje en el cual expresó su preocupación por la situación actual en la provincia y la comparó con la problemática en Rosario. Lo hizo en el marco de las amenazas que sufrió el cura Mariano Oberlin en su fundación.
Sus palabras generaron una respuesta inmediata por parte del Gobierno provincial. El ministro de Gobierno y Seguridad, Julián López, aseguró -en esa oportunidad- que «Córdoba no es Rosario».
