País. «Es en este cuadro de crecimiento tan fuerte de la indigencia y pobreza que el gobierno de Milei con Pettovello, Bullrich y Caputo a la cabeza le quitan la entrega de alimentos a los comedores populares», cuestionó Solano.
El dirigente nacional y legislador porteño del Partido Obrero en el Frente de Izquierda, Gabriel Solano, cargó duro contra el Gobierno de Javier Milei luego de que se diera a conocer que el 55% de la población está bajo la línea de pobreza y el 18% bajo la indigencia.
Según el Observatorio de la Deuda Social, la pobreza alcanzó el 55% y la indigencia a un 18% de la población, lo que significa un salto de casi 11 puntos desde diciembre para la fecha. «Desde el 2002 que no se veían estos niveles», expresó Solano.
El apuntar duro contra el poder libertario, el dirigente de izquierda lanzó: «Esta situación crítica para una gran parte del pueblo es responsabilidad y consecuencia de la mega devaluación, el aumento de la desocupación, la licuación de los planes sociales, las jubilaciones de miseria, trabajadores con salarios de hambre resultado de las políticas aplicadas por el gobierno de Milei».
De esta manera, el legislador opositor responsabilizó -ante este cuadro de crecimiento tan fuerte de la indigencia y pobreza- al gobierno de Milei con Sandra Pettovello, Patricia Bullrich y Luis Caputo a la cabeza, a los que cuestionó: «Le quitan la entrega de alimentos a los comedores populares que son los que sostenían la comida principal de muchísimas familias que de otro modo no tienen nada para poner en la mesa».
A su vez, apuntó su crítica contra los funcionarios por «montar una persecución a quienes participan de las organizaciones sociales que se ocupan de llevar adelante los comedores y por ende de organizar los reclamos por la falta de entrega de alimentos».
“Mientras la situación de 55% de la población es de hambre y miseria el presidente con los recursos y bienes del país se paga para él y sus funcionarios un viaje a España para promocionar su libro y hacer proselitismo con la gente de VOX que nada tiene que ver con las necesidades e intereses en su función como presidente», recriminó Solano.
A lo que resaltó: «De hecho además de haber gastado por lo menos medio millón de dólares que podría haberse utilizado para llenar las ollas de muchísimas familias le generó al país un problema diplomático con el gobierno español».
