El titular de la ONU advierte que se avanza hacia una carrera armamentista nuclear compleja, impredecible y peligrosa

El Parque Memorial de la Paz de Hiroshima marca el lugar donde Estados Unidos lanzó la bomba atómica sobre la ciudad del sur de Japón. / © Unsplash/Desmond Tawiah

EEUU. La amenaza nuclear no solo persiste, sino que está “acelerándose y evolucionando”, se remarcó desde la cúpula de la ONU. “El desarme no es una recompensa por la paz; es la base de la paz”, se subrayó.

El Secretario General de la ONU, António Guterres, advirtió ayer, durante una reunión en Nueva York centrada en la eliminación de las armas nucleares, que la amenaza nuclear no solo persiste, sino que está “acelerándose y evolucionando”.

“Las armas nucleares continúan amenazando nuestro mundo”, declaró Courtenay Rattray, jefe de gabinete del Secretario General, en nombre de Guterres. “Y pese a décadas de promesas, la amenaza se está acelerando y transformando”.

Recordó la devastación causada por los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki en 1945, e invocó a los hibakusha (los sobrevivientes) que han convertido su sufrimiento en un llamado por la paz.

La reunión coincidió con la conmemoración del Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares, una oportunidad para que la comunidad internacional reafirme su compromiso con el desarme nuclear.

En este marco, Rattray señaló que estamos “avanzando sonámbulos” hacia una carrera armamentista nuclear más compleja, impredecible y peligrosa.

“Nuevas tecnologías y nuevos dominios de conflicto han eliminado el margen de error”, dijo el jefe de gabinete en referencia al ciberespacio, al espacio ultraterrestre, y a tecnologías como los misiles hipersónicos y drones submarinos, que aumentan el riesgo de escalada y errores de cálculo.

Para contrarrestar estas amenazas emergentes, Rattray anunció la creación de un panel científico independiente por parte de la ONU para evaluar los efectos de una guerra nuclear y garantizar que la respuesta colectiva ante este riesgo se base en evidencia científica rigurosa.

Al hacer foco en el Tratado de No Proliferación Nuclear, recordó que no existen “condiciones ideales” para el desarme y que “nunca ocurrirá si seguimos esperando”. “El desarme no es una recompensa por la paz; es la base de la paz”, subrayó.

Cumplir sus compromisos

Rattray instó a los Estados con armas nucleares a retomar el diálogo, aplicar medidas de fomento de confianza y garantizar que la decisión de utilizar armas nucleares permanezca en manos humanas, no en sistemas dirigidos por inteligencia artificial.

También hizo un llamado a todos los Estados a ratificar el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares, y urgió a Estados Unidos y Rusia a negociar y reducir sus arsenales.

“Estos pasos, por sí solos, no construirán un mundo sin armas nucleares. Pero sin ellos, entregamos nuestro futuro al miedo y silenciamos la promesa de la paz», acentuó.

La presidenta de la Asamblea GeneralAnnalena Baerbock, advirtió sobre los complejos peligros que representan las armas nucleares, incluido el riesgo de que caigan en manos de terroristas o que se integren a sistemas bélicos con inteligencia artificial.

Afirmó que los tratados no bastan si los Estados no los cumplen, y abogó por una política de “no primer uso” y por redirigir los recursos de la carrera armamentista hacia la acción climática.

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