
Ciudad de Córdoba. Se registró un volumen de ventas superior a los 650 millones de pesos y un 9% más de ejemplares que en la pasada edición.
Tras dieciséis días de encuentro, lectura y comunidad, la 39ª edición de la Feria del Libro Córdoba llegó a su fin, consolidándose una vez más como uno de los eventos culturales más esperados del año.
Bajo el lema “Humanismo y libertad. Una ciudad y mil poéticas”, una gran cantidad de cordobeses y visitantes de otras provincias participaron de más de 300 actividades gratuitas en la Supermanzana de la Intendencia y en distintos espacios culturales de la ciudad.
Bajo la curaduría de Juan Cruz Taborda Varela y Andrea Bocco, la Feria propuso un recorrido por la palabra escrita y sus múltiples formas de expresión, guiada por los ejes de humanismo, cultura del encuentro, ciencia e identidad. Durante más de dos semanas, autores consagrados y emergentes, editoriales locales y comunidades lectoras dieron vida a una programación diversa que invitó a pensar, dialogar y disfrutar.
«En tiempos donde la cultura y el financiamiento a la educación son subestimados, y la economía trae dificultades al bolsillo de los argentinos, en Córdoba la Feria del Libro se consolida como uno de los eventos más importantes del año. Con entrada libre y más de 300 actividades gratuitas, la ciudad fue un faro que promocionó la lectura y el conocimiento a miles de ciudadanos y trajo grandes beneficios a la economía naranja», destacó el intendente Daniel Passerini.
“Vivimos una gran feria del Libro, con un balance altamente satisfactorio. El público pudo disfrutar muchas propuestas artísticas y a grandes autores que nos acompañaron. Hicimos un gran trabajo en conjunto con la Universidad Nacional de Córdoba, la Agencia Córdoba Cultura y todas las instituciones públicas y privadas que formaron parte. Vamos a seguir apostando fuertemente a la cultura en nuestra ciudad”, manifestó Héctor Campana, secretario de Fortalecimiento Vecinal y Deportes.

A pesar del complicado contexto económico, la edición 2025 también dejó números que reflejan su éxito: se vendieron 27.470 libros durante toda la Feria, lo que marca un incremento del 9% respecto a la edición anterior, con un volumen total de ventas de más de 650 millones de pesos.
Los títulos más vendidos fueron: “El principito” de Antoine de Saint Exupéry, seguido por “Hábitos atómicos” de James Clear y “La Felicidad” de Gabriel Rolón.
Entre los invitados destacados pasaron por los escenarios Martín Kohan, Felipe Pigna, María Teresa Andruetto, Luciano Lamberti, Hernán Brienza, Julia Mengolini, Martín Oesterheld, Viviana Rivero y Roberto Chuit, entre muchos otros. Las comunidades invitadas, Japón y la ciudad de Paraná, sumaron su impronta cultural con propuestas que fueron desde presentaciones literarias y charlas sobre el cultivo del bonsái, hasta un impactante ensamble de tambores taiko y una clase magistral de sushi a cargo del chef Iwao Komiyama.
La presencia de Japón como país invitado se extendió más allá de la Feria: la organización acompañó el Bon Odori Córdoba 2025, el multitudinario festival japonés celebrado el 11 y 12 de octubre en la Asociación Japonesa de Córdoba, fortaleciendo los lazos culturales entre ambas comunidades.
La Feria también volvió a ser un espacio para las nuevas generaciones. En la carpa de infancias, niñas y niños disfrutaron de talleres, espectáculos, narraciones y juegos, mientras que adolescentes participaron de encuentros del ciclo Historias Contemporáneas, que acercó la literatura a través de la música y la experiencia colectiva.
El Espacio Barón Biza, que celebró su décimo año consecutivo, reunió a 37 editoriales independientes cordobesas, consolidando el protagonismo de la edición local en el mapa literario argentino. En paralelo, ocho ciclos temáticos enriquecieron la programación con propuestas variadas.

Inclusión
Esta nueva edición se destacó por su compromiso con la accesibilidad y la inclusión, a través de una agenda diversa y la implementación de protocolos específicos para garantizar la participación de todos los públicos.
Se trabajó junto a la Dirección General de Discapacidad y distintas organizaciones para incorporar medidas como rampas, baños adaptados, señalización con pictogramas, estacionamiento reservado y capacitación para el personal. En colaboración con Familias CEA, se creó una Zona de Calma Sensorial, mientras que la Fundación Uno en Más presentó un audiocuento inclusivo, Los músicos de Brema.
Además, la programación incluyó charlas y presentaciones de libros que abordaron la discapacidad en la literatura, con foco en experiencias de escritura inclusiva y proyectos en Braille. Estas acciones reafirman el compromiso municipal de garantizar el derecho a la cultura y promover una Feria verdaderamente abierta a toda la comunidad.
Por el escenario artístico pasaron numerosos músicos y bandas locales como La Juli, Ceci Raspo, Vergara Trío y la murga La Tunga Tunga. También participaron los elencos estables de la Municipalidad de Córdoba, acercando a la gente el trabajo artístico que se desarrolla durante todo el año en los espacios culturales de la ciudad. La gastronomía tuvo su espacio propio con clases magistrales de la Escuela Azafrán y una variada propuesta de foodtrucks que acompañaron cada jornada.