
Ciudad de Córdoba. La prórroga se debe a la necesidad de seguir profundizando la ronda de debate y consultas con distintos sectores de la sociedad.
La Comisión Especial de Análisis y Adecuación del Código de Convivencia Municipal aprobó ayer una extensión por 180 días más en el plazo previsto para su funcionamiento.
La prórroga se debe a la necesidad de seguir profundizando la ronda de debate y consultas con distintos sectores de la sociedad, antes de avanzar en la redacción final del nuevo Código, se dijo desde el Concejo Deliberante.
Esto significa que el nuevo texto se definirá recién en 2026 y no para este cierre de año, como se había previsto inicialmente.
La Comisión viene trabajando con reuniones semanales para escuchar las ponencias y propuestas de sectores académicos, colegios profesionales, funcionarios, vecinos y numerosas organizaciones de la sociedad civil, con la idea de generar un ordenamiento con amplio consenso social.
Desde este ámbito del Concejo se indicó que «ahora las consultas apuntan a los funcionarios de las diferentes áreas del Departamento Ejecutivo.
Ayer fue el turno de la Secretaría de Participación Ciudadana y Juventud, y las áreas de Presupuesto Participativo y Juntas de Participación Vecinal de la Municipalidad de Córdoba.
El titular de la Secretaría, Juan Domingo Viola, dijo que su área puede aportar datos desde la casuística diaria y del contacto con los vecinos en los talleres de presupuesto participativo.
“Tenemos la mirada de cómo piensan los vecinos que se debe mejorar la intervención del Estado, aplicando el poder de policía, tanto en lo que hace a las figuras del Código de Convivencia, como en la acción de reparación y prevención. El caso típico puede ser la proliferación de basurales”, evaluó.
Juan Battaglino, director general de Fortalecimiento Institucional, Presupuesto Participativo y Juntas de Participación Vecinal, enumeró los problemas de convivencia a los que aluden en forma reiterada los vecinos: nocturnidad, fiestas ilegales, ruidos molestos, estacionamiento y naranjitas, medianería, veredas, baldíos y casas abandonadas, perros peligrosos, y ahora ciberbullying y estafas virtuales.
“Los talleres terminan siendo también espacios de mediación comunitaria. Ahí se encuentran quienes tienen diferencias. Una queja reiterada es que los inspectores hacen multas, pero que la situación no cambia. Reclaman revertir el problema o daño”, sintetizó Battaglino.
Por su parte, Marcos Rigutto, director general de Legales, evaluó que la Justicia de Faltas hoy “no es acorde para dar respuestas”, en el sentido de que la regla es aplicar sanciones, pero no se hace cesar el problema o conflicto. “La mediación ayuda mucho, pero tiene la limitación de ser voluntaria”, opinó. “Tenemos que ver un órgano competente, que pueda accionar en prevención o erradicación de daños. Hay que discutir los procedimientos de aplicación”, cerró el funcionario.






