Nacionales. El INTI evalúa la indumentaria de protección, como la ropa de bomberos o la que se utiliza en condiciones climáticas adversas tales como las que deben enfrentar quienes trabajan en bases de la Antártida.
La indumentaria diseñada contra riesgos eléctricos, antiestática, o de alta visibilidad, debe ser evaluada para garantizar sus funciones de seguridad. Por ese motivo, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial realiza desde su Laboratorio de Indumentaria de Protección del Centro INTI-Textiles ensayos y certificaciones que aseguran la calidad de la vestimenta que cumple funciones indispensables de protección.
“Se evalúa la indumentaria contra frío extremo (ropa antártica), y se certifica, a través del Organismo de Certificación del INTI, la indumentaria que protege contra el calor y el fuego (ropa de bomberos y mamelucos ignífugos)”, señaló la jefa de laboratorio físico de INTI-Textiles, Emilse Moreno.
Asimismo, explicó que las certificaciones son voluntarias, y que es importante que cada vez más empresas reúnan las condiciones de calidad y certifiquen sus productos.
Un caso que demuestra la importancia de este tipo de certificaciones fue el del geólogo cordobés Matías Vaca, de 29 años, quien a principios de 2013 se extravió durante 34 horas en la Antártida en medio de una tormenta de nieve con temperaturas menores a los 30 °C bajo cero y vientos de más de 100 kilómetros por hora.
Al respecto, el director de la Dirección Nacional del Antártico (DNA), Mariano Memolli, señaló que el Centro de Textiles del Instituto había realizado ensayos de performance en la vestimenta que la DNA envía al territorio antártico para evaluar si podía asegurar la protección de una persona para que pueda sobrevivir a temperaturas extremas. “La vida de alguien, en gran medida, pudo preservarse gracias al trabajo que hicimos con el INTI”, concluyó.
La ingeniera textil Nancy Jater, especialista en indumentaria de protección y nuevos materiales de INTI-Textiles, precisó que las camperas que se utilizan en el continente blanco poseen un diseño funcional que además incluye costuras termoselladas, cierres impermeables específicos y un tejido laminado con una membrana respirable (microporosa) que si bien posee una alta impermeabilidad, permite evaporar el vapor de agua (sudor). “Pero muchas veces, con los lavados, estas membranas se despegan y dejan de cumplir su función”, afirmó.
En ese sentido, el INTI informó que realiza la evaluación de construcción y uso de este tipo de indumentaria, a través de ensayos que miden presión hidrostática (la presión de agua que es capaz de soportar el tejido), resistencia de los tejidos y costuras, y respirabilidad (cantidad de vapor de agua que es capaz de evaporar la membrana).
La experta textil del INTI advierte que en condiciones climáticas adversas, la indumentaria que incorpora el concepto de tres capas de tejidos y un diseño funcional a las necesidades es lo que permite preservar la salud de quien la utiliza: una primera piel, que suele ser la ropa interior térmica respirable; una segunda piel, que cumple la función de abrigo; y la última piel que es la de protección contra viento, lluvia y frío.
“Muchas veces uno se abriga, después entra en calor y transpira, y el sudor generado se condensa en contacto con la piel y reduce la temperatura corporal. Por lo tanto, sin la vestimenta de tres capas y enfrentando condiciones de extremo frío durante un tiempo prolongado, como fue el caso del científico argentino, se puede llegar a sufrir una hipotermia”, advirtió Jater.
Dada la importancia de la indumentaria de protección, INTI-Textiles destacó que se propone incrementar las tareas de certificaciones de todo tipo de indumentaria de protección.