Protocolo para la prevención de la violencia de Género en la Administración Pública

Córdoba (16/10/19). La iniciativa impulsada por la legisladora Liliana Montero propone la “creación, regulación e implementación obligatoria de un protocolo para la prevención, sanción y erradicación de la violencia de género en la administración pública provincial”.

La propuesta abarca a los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial del estado provincial, Tribunal de Cuentas de la Provincia, entidades descentralizadas, entidades autárquicas, bancos, empresas, sociedades del estado provincial y sociedades de economía mixta del estado provincial y/o cualquier órgano dotado de potestad pública.

Y se canalizaría por medio de la Secretaría de lucha contra la violencia a la mujer y trata de personas del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.

En los fundamentos del proyecto, Montero hace hincapié en los avances vividos en los últimos tiempos “el Estado ha demostrado algunos avances en la prevención y erradicación de la violencia de género, a partir de la legislación e implementación de políticas públicas específicas y la adhesión a tratados y convenciones internacionales sobre derechos de las mujeres”.

Sin embargo, plantea: “Sabemos que no siempre las normas resultan operativas “per se” por lo que es necesario instalar mecanismos y herramientas para lograr su efectiva y eficiente aplicación” .

Protocolo

Entre otras cosas describe quiénes serian los sujetos comprendidos; qué se entiende por acoso, violencia y discriminación en el ámbito laboral desde una perspectiva de género; las conductas alcanzadas; el procedimiento sugerido para actuar en estos casos y la creación de unidades especializadas en violencia contra las mujeres.

En cuanto a las conductas alcanzadas incluye agresión física, acoso y/o agresión sexual; acoso moral o psicológico; hechos de connotación sexista y/o violencia simbólica; económica y patrimonial. 

Respecto al procedimiento, entre otras recomendaciones, se propone que las victimas deberán dirigirse al área que se haya designado como “unidad especializada en violencia contra las mujeres”; allí se receptará por escrito una exposición detallada de los hechos relatados por la propia afectada: el superior que tome conocimiento que un agente de su área fuere agresor deberá elevar un escrito dando cuenta de ello a dicha área; y la mujer afectada deberá ser informada de los derechos que la asisten. 

La implementación de un Protocolo sería “dar una respuesta inmediata a las situaciones de violencia de género y brindar mayor certidumbre a las víctimas y a su entorno en cuanto a cómo proceder frente a un episodio violento que se produce en su contexto laboral o funcional”, argumentó la parlamentaria en la presentación del proyecto que ingresó este martes a la Unicameral.


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