País (20/12/19). El mandatario nacional firmó el decreto por el cual se declara la intervención por 180 días del organismo de inteligencia y designó en el cargo e inmediatamente puso en funciones a quien es titular de Justicia Legítima.
El presidente Alberto Fernández designó hoy a la fiscal Cristina Caamaño como interventora de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI).
El titular del Ejecutivo nacional y su jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, recibieron a la fiscal en la Casa Rosada donde acordaron los lineamientos de lo que será su gestión.
La principal tarea que tendrá Caamaño en la agencia de inteligencia será reestructurarla para derivar los fondos reservados al plan contra el hambre, según adelantó el presidente en su discurso de asunción ante la Asamblea Legislativa el 10 de diciembre.
La fiscal Caamaño es la presidenta de Justicia Legítima y además estuvo al frente del Departamento de Intercepción y Captación de las Comunicaciones (Dicom) durante la gestión de Alejandra Gils Carbó como procuradora General, donde posibilitó que se agilizaran las escuchas en casos de riesgo de vida y secuestro, consignó NA.
También fue titular de la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (Datip), fue la fiscal de la causa por el crimen del militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra, ocurrido el 20 de octubre de 2010, y ocupó la Secretaría de Seguridad durante la gestión de Nilda Garré.
En declaraciones a los periodistas acreditados en la Casa Rosada sobre la gestión de Caamaño, Cafiero aseguró que «se volverán atrás reformas que se habían dispuesto durante la administración Macri, como por ejemplo aspectos relacionados con los fondos reservados, que ahora serán transparentados».
En el plazo de 180 días, la interventora tendrá la misión de normalizar y definir un plan estratégico para la actuación de la dependencia, apuntó Cafiero, quien señaló que «no se piensa en la disolución» de la AFI.
«Queremos tener una Agencia transparente», destacó el funcionario albertista, quien puso como ejemplo el caso del falso abogado Marcelo D’Alessio, que «es una muestra de cómo se operaba para armar causas y realizar persecusiones».