País (1/5/20). El titular de la cartera laboral realzó el acuerdo alcanzado en los últimos días entre la UIA y la CGT que implica priorizar los puestos de trabajos aunque haya un recorte salarial del 25% para los trabajadores suspendidos ante el parate de la actividad por el aislamiento obligatorio a raíz de la pandemia de COVID-19.
El ministro de Trabajo de la nación, Claudio Moroni, remarcó hoy la «prioridad de mantener los empleos» en el marco de la pandemia del nuevo coronavirus, aseguró que la Argentina se ubica entre las seis naciones del mundo que más protege los contratos laborales en este contexto y realzó el acuerdo alcanzado en los últimos días entre la UIA y la CGT.
En una entrevista con Télam con motivo de conmemorarse el Día del Trabajador, el ministro señaló que su cartera no recibió aún ningún pedido formal o informal de reapertura de paritarias porque «la prioridad es mantener los empleos» y destacó la existencia de «un sindicalismo fuerte».
Moroni expresó que «la realidad obliga a definir prioridades», reivindicó la política de preservación del empleo y los ingresos y de protección del salario indirecto -el cuidado de las tarifas y los servicios públicos-, de suspensión de ejecuciones hipotecarias y de los desalojos, por ejemplo.
El funcionario nacional reivindicó el reciente acuerdo firmado entre la CGT y la Unión Industrial Argentina (UIA), que permite producir suspensiones a partir del pago del 75% del salario neto de quienes no cumplen tareas por la pandemia, y desechó las críticas de otros espacios gremiales respecto de ese convenio de dos meses porque «en este marco esa posición es un error de apreciación», afirmó.
Al respecto, explicó que el acuerdo se conversó durante mucho tiempo con sindicalistas y empresarios y el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y significó el otorgamiento de «un marco a las negociaciones por suspensiones para permitir un grado de protección de derechos y mantener la unidad productiva de las empresas que están casi con las persianas bajas», enfatizó en otro tramo de su entrevista con esta agencia.
«Se puede estar o no de acuerdo con ese instrumento que firmaron obreros y empresarios. Pero la realidad es que hay sectores que no trabajan, como comercio y gastronómicos. Bares y restaurantes están cerrados. Los comercios no pueden vender, a excepción de las entregas por internet. El país viene de dos años de recesión», advirtió el ministro.
En ese sentido, remarcó: «Es muy difícil que un pequeño negocio tenga resto para seguir pagando el cien por ciento de los salarios sin vender. Hay que ser muy imaginativo para mantener los empleos y algún ingreso digno. Me parece que en este contexto las críticas a ese acuerdo son un enfoque equivocado, un error de apreciación».