El CPCE observa un 2015 muy complicado

CPCE CbaCórdoba. En el frente externo los mercados se presentarán convulsionados, complicando aún más el escenario local. Apuntaron que sería un error seguir usando el tipo de cambio como ancla inflacionaria.

Los economistas del Consejo Profesional de Ciencias Económicas (CPCE) esperan un año complicado. Una primera señal es el fracaso del canje que complica el escenario de acuerdo con los holdouts y genera problemas para afrontar los vencimientos. La reducción del stock de reservas -si se usan para cancelar deuda- pondrá más presión sobre el dólar paralelo. Un error sería seguir usando el tipo de cambio como ancla inflacionaria, indicaron desde la entidad profesional.

A los problemas locales esta vez se le suma un escenario complejo con Brasil (el FMI espera una mejora del 1,45 por ciento) apenas creciendo  y China desacelerando; Estados Unidos tendría una recuperación más fuerte.

Sobre la crisis originada en Rusia, Guillermo Pizarro y Mary Acosta, expresaron que todavía es imposible definir cómo terminará.

Asimismo, José Simonella, subrayó que lo que suceda con el precio del petróleo será clave, por caso, para Venezuela y México. Para Argentina, opinó que hay un impacto favorable en la cantidad de dólares destinados a importar energía y también reducirá las presiones inflacionarias, aunque no bajen los combustibles.

“En el mediano plazo desalentaría inversiones en Vaca Muerta ya que los hidrocarburos no convencionales son menos rentables de producir”, advirtió el titular del CPCE.

En cuanto a la realidad local, las expectativas apuntan a que -en un año electoral- el gasto público tendrá menos poder de fuego por efecto de la inflación. En los últimos meses, el relevamiento del Consejo en materia de alimentos registra una desaceleración y el año cerraría con un alza del 30 por ciento.

caja superEste año sobre el consumo, además de la suba de precios, golpeó la devaluación de enero y cerrará el 2014 con una baja no sólo en shoppings sino en supermercados, que inclusive perdieron más que los centros comerciales. La clave es que los compradores de súper tienen más propensión a comprar que a ahorrar. Una incógnita de cara al 2015 es si un menor nivel de inflación -aunque todavía alto- alcanzará para reactivar el consumo, se observó.

Respecto de los niveles de actividad industrial, el año concluye en recesión. El Indicador de Demanda Laboral -que elabora mensualmente el CPCE- habitualmente se anticipa al ciclo de la producción y, por ahora, no se ve una reversión de tendencia.

La inversión también tuvo un año negativo, incluso bajando su participación en relación al PBI que pasa del 21 por ciento en 2013 al 20 por ciento este año, explicada básicamente por las caídas en construcción y equipos durables.

En el caso del sector externo, el saldo comercial se vino reduciendo en los últimos meses a pesar de que las importaciones siguen pisadas. Los problemas básicos siguen siendo las compras de combustibles y una industria altamente dependiente de las importaciones. “La alternativa es industrializar los sectores en que somos competitivos; esa es la salida”, aportó Simonella.

Pizarro apuntó que el sector agropecuario compensa la balanza comercial industrial y de combustibles. En 2015 la baja internacional de las comodities agregará un problema más a la economía argentina.

A la hora de analizar el frente fiscal, el continuo aumento del gasto público es lo que termina presionando sobre todas las otras variables. La previsión oficial es de cerrar el año con un rojo de $ 166 mil millones; la proyección en el presupuesto era un superávit de $800 millones.

El agravante es que para financiar el déficit se usan recursos extraordinarios como el Fondo de Garantías de Anses y las utilidades del Central, además de los adelantos transitorios del BCRA que ya superaron los niveles autorizados por la nueva Carta Orgánica.

Para el año próximo, los vencimientos suman unos US$ 12 mil millones, tomando sólo los exigibles. A ese monto hay que sumarle la deuda no arreglada con los holdouts, que son unos US$ 16.700 millones (capital e intereses).

En este marco las perspectivas sobre las reservas cambian en función de si hay arreglo o no con los buitres, moviéndose entre los 24 mil millones y los 17 mil millones de dólares, detallaron los economistas.