CABA. La implementación del sistema de boleta única electrónica (BUE) que, por primera vez, se utilizará en las elecciones de la Ciudad el 5 de julio, entra en su recta final y, desde diversos sectores, aún persisten dudas sobre su aplicación y la garantía de que el electorado porteño conozca cabalmente la nueva modalidad de sufragio.
Autoridades del gobierno porteño, del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) y de la Defensoría del Pueblo de la ciudad viajarán este domingo a Salta para seguir de cerca el desarrollo de los comicios provinciales que se desarrollarán en esa provincia con la modalidad de la boleta electrónica, y que implementará la misma empresa que lo hará en el distrito porteño, el Grupo MSA.
La puesta en marcha del nuevo sistema -que incluye auditorías, capacitaciones y campañas de difusión- se está efectuando a contra reloj teniendo en cuenta que sólo faltan 35 días hábiles hasta la realización del comicio.
Desde la Defensoría del Pueblo, que encabeza Alejandro Amor, advirtieron que se debe extremar el «esfuerzo y la responsabilidad» de todos los poderes del Estado «para llegar en tiempo y forma» a los comicios generales y propusieron un proceso de capacitación «masivo e integral» que, hasta el momento, no se observa.
La experiencia de este domingo en Salta resulta fundamental, luego de que el Tribunal Superior de esa provincia informara que en el escrutinio definitivo se abrirán el 100 por ciento de las urnas y el conteo se realizará de forma manual, y no sólo el 5 por ciento -definidas por sorteo- como prevé la ley de normas de control para la boleta electrónica.
La secretaria del tribunal salteño, Teresa Ovejero, explicó a Télam que si bien el sistema «cuenta con reaseguros y garantías», para garantizar «una mayor transparencia y por el ruido mediático que se generó» se decidió abrir la totalidad de las urnas con el objetivo de «transmitir seguridad y normalidad al elector» a la hora de ir a emitir el sufragio.
En tanto, desde el TSJ porteño, advirtieron -en una resolución de esta semana- que podrían producirse «graves inconvenientes» el día del comicio frente al alto porcentaje de ausencias de autoridades de mesa que se registró en las primarias, el pasado 26 de abril.
Si esa situación se repitiera el 5 de julio, las autoridades de mesa no podrían ser reemplazadas ‘in situ’ por otros ciudadanos, ya que la nueva modalidad requiere la «indispensable capacitación previa», pues tanto la emisión del voto, como el escrutinio y la transmisión de los resultados electorales se realizará con nuevas tecnologías.
Para enfrentar esta situación, el tribunal de justicia solicitó que se convoque a los ciudadanos que integran el registro público de postulantes para asegurar la voluntad y compromiso en la capacitación previa y la concurrencia el día de la elección.
Otra cuestión pendiente es la auditoría que se encargó a la facultad de ciencias exactas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) para que realice un monitoreo sobre la totalidad de las máquinas -unas 10 mil- y su funcionamiento.
Según consta en el convenio firmado con la UBA, la empresa informó que la mitad de los equipos serían recibidos esta semana para comenzar los trabajos de auditoría y la otra mitad comenzará a llegar desde Salta luego de las elecciones de este domingo.
En la Defensoría insisten en la necesidad de que la capacitación al electorado sea «completa e intensiva» y remarcan que se debe «garantizar a toda la población el pleno conocimiento del nuevo sistema para poder ejercer libremente el derecho al voto».
En las primarias de abril, unos 300 mil porteños probaron el nuevo sistema en un simulacro organizado por la Defensoría, en un despliegue que incluyó más de 1.000 maquinas y la asistencia de 1.750 capacitadores, que instruyeron a los votantes sobre la nueva modalidad.
También los postulantes de los distintos partidos políticos se sumaron al simulacro y probaron ese día el sistema y -con distintos matices- expresaron sus dudas sobre el sistema de boleta electrónica.
El candidato de ECO, Martín Lousteau, aseveró que la boleta electrónica «da celeridad pero no da seguridad» y pidió «tener sumo cuidado» con su implementación, tras recordar que «Alemania lo declaró inconstitucional y Holanda tampoco lo aceptó».
En tanto, el postulante del Frente para la Victoria, Mariano Recalde, indicó que «no es técnicamente un voto electrónico, sino un voto al que se le agrega tecnología» y agregó: «No soy dogmático de ningún método; si es una forma más fácil y segura, bienvenida; si no, se volverá a la antigua».
La opinión más crítica provino de la candidata del Frente de Izquierda y de los Trabajadores, Myriam Bregman, quien señaló a Télam que es «muy precaria e improvisada toda la organización» por parte del gobierno porteño y consideró que «no están dadas las condiciones para que sean comicios limpios y transparentes».
También el candidato de Autodeterminación y Libertad (AyL), Luis Zamora, expresó sus reparos sobre la nueva modalidad de sufragio: «Lo vemos con dudas. Hubo denuncias de fraude en Salta. No está claro que podamos controlar que no haya manipulación de votos. No está garantizado que el voto sea secreto», dijo.
Fuente Télam