Buenos Aires (18/8/17). La gobernadora visitó obras en San Martín mientras que Unidad Ciudadana puso a Gustavo Menéndez, jefe comunal de Merlo, para atender a los “heridos” que apostaron por el ex ministro y obtuvieron muy pocos votos.
La pelea de fondo del 22 de octubre, en la que finalmente se sabrá quién se queda con la estratégica provincia de Buenos Aires, ya comenzó a librarse en el territorio. La gobernadora María Eugenia Vidal, sorprendió ayer con una visita al partido de San Martín, para supervisar el avance de obras que realiza AYSA. Lo llamativo es que no la acompañó ninguno de los candidatos de Cambiemos, lo que anticipa que otra vez se pondrá en la primera línea de combate.
La elección de San Martín no es casual. Allí gobierna Gabriel Katopodis, un ex massista que en 2015 pegó la vuelta al Frente para la Victoria cuando el tigrense entró en caída libre. Es el principal jefe territorial que apoya a Randazzo. El tema es que no le fue nada bien: su lista quedó cuarta y ahora no sólo peligra su continuidad en 2019 sino la posibilidad de mantener el control del Concejo Deliberante en lo que le resta de mandato.
La escena se repite en Hurlingham, donde Juan Zabaleta obtuvo una muy magra cosecha de votos, muy lejos de Lucas Delfino, un funcionario del Rogelio Frigerio con aspiraciones comunales. Muchos especulan con que en los próximos días “Juanchi” anuncie su salto al frente de Cristina, algo que en su entorno niegan tajantemente.
El otro gran derrotado es Eduardo “Bali” Bucca, intendente de Bolívar, patria chica de Marcelo Tinelli, que puso el cuerpo en el primer lugar de la lista de diputados de CUMPLIR y en su propio pueblo quedó segundo lejos del oficialismo. Tanto Katopodis como Zabaleta evitaron mostrarse en el bunker de campaña que Randazzo montó el domingo pasado en el Palacio Raggio, donde armó su cuartel central.
Analistas y encuestadores no terminan de ponerse de acuerdo hacia dónde irían los votos del ex ministro de Cristina Fernández de Kirchner. Es probable que un porcentaje importante pueda fluir hacia Unidad Ciudadana, ante el peligro de un triunfo de Macri que lo catapulte a su re lección.
Eso es lo que vislumbra Vidal y por eso cerca de la gobernadora buscan contener a los intendentes de CUMPLIR para que no se bajen, para lo que ya se muestra muy activo su ministro de gobierno, Joaquín De la Torre, ex jefe comunal de San Miguel que supo integrar el grupo inicial de intendentes massistas.
No está sólo en esa tarea. Federico Salvai, el jefe de Gabinete de Vidal, promete fondos para obras en un momento en que la economía no muestra signos de reanimación en el conurbano.
Del lado del kirchnerismo ocurre algo similar. Saben que a la ex presidenta le resultará cuesta arriba sumar votos y apuntan al electorado de Randazzo, integrado por muchos desencantados del “proyecto nacional y popular” que no obstante podrían volver a acompañarlo.
Para eso, Gustavo Menéndez, jefe comunal de Merlo donde Unidad Ciudadano ganó por amplio margen, ya puso manos a la obra para intentar recuperar votos que aseguren un triunfo en octubre. No es mucho lo que tiene para ofrecer, apenas que aspiran a mantener el control de los territorios que en algunos casos gobiernan desde hace varios años. (ARGNoticias)