Algunos medios internacionales lo consideraron «la tortura de los Kirchner», debido a que en varias oportunidades dio lugar a varias demandas de representantes de fondos buitre contra el país que gobernaba por entonces el Gobierno Kirchnerista.
El último fallo de Thomas Griesa referido a nuestro país fue rever la polémica sentencia del «pari passu» de 2011. Determinó que la Argentina debía pagar la deuda a todos los bonistas con deuda en default con legislación de Nueva York.
Ese fallo quedó en firme en 2014, cuando la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos no lo trató. Argentina entró en un nuevo default, tanto con los bonistas a los que no les pagaba como a los que habían ingresado a los canjes de 2005 y 2010, publicó TN.
Cuando Mauricio Macri asumió el gobierno decidió acordar con los holdouts. El juez convalidó los acuerdos alcanzados entre las partes, a través del mediador Pollack. Todavía queda acordar con el 3 por ciento de los holdouts.
Juez «senil»
En septiembre de 2014, la Argentina fue declarada en desacato por la Justicia de los Estados Unidos. El juez Thomas Griesa y el gobierno de Cristina Kirchner transitaban una tensa disputa que había llegado a su peor momento.
La administración kirchnerista había decidido no acatar la sentencia impuesta por el magistrado para pagarles a los fondos buitre. Desde la Casa Rosada, la exmandataria arremetió con todo contra el juez.
«Esto no es casual, no puede pensarse que es un movimiento de un juez senil de Nueva York. Los buitres se parecen a las águilas de los imperios», fustigó.