País (22/8/18). La cartera de Producción de la Nación presentó el Monitor de la Economía Real, que refleja en su “semáforo” el impacto de la peor sequía en 50 años, la volatilidad internacional y la menor actividad de Brasil.
El Monitor de la Economía Real refleja en su “semáforo” el impacto de la peor sequía en 50 años, la volatilidad internacional y la menor actividad de Brasil. Pese a ello la inversión acumuló un 7% de aumento en el semestre y sumó seis períodos de crecimiento ininterrumpido, algo que no sucedía desde 2010-2011.
En julio los anuncios de inversión sumaron 1.200 millones de dólares, liderados por los sectores de energía, inmobiliario y tecnología y comunicaciones.
Por su parte, las exportaciones tuvieron la mayor expansión en siete años, con un crecimiento del 6% interanual durante el primer semestre.
Las exportaciones de Manufacturas de Origen Industrial (MOI) superaron los 9.500 millones de dólares, un 13% más que en 2017 (los precios aumentaron un 5% y las cantidades un 7%).
Además, la diversificación de destinos continua en los mayores niveles en más de 10 años: a los tradicionales Brasil y Chile, se sumaron la Unión Europea, Argelia, Indonesia, Rusia, Suiza y Perú.
Desde la cartera de Producción se indicó que la turbulencia financiera y la sequía alcanzaron a la construcción y a la industria en junio.
La construcción cayó por primera vez en 15 meses (-0,1%) y se vieron afectados los sectores industriales menos metales básicos (la baja del Estimador Mensual Industrial fue del 8,1%, la más pronunciada en dos años y medio).
La suba del tipo de cambio y la tasa de interés impactaron en el desempeño de minerales no metálicos, por la caída de la construcción, y en la producción de bienes durables. La sequía arrastró a la metalmecánica (principalmente por maquinaria agrícola), química (por agroquímicos) y alimentos y bebidas.
La industria moderaría su caída hacia el final del segundo semestre por el impulso exportador y la cosecha de trigo que se prevé récord, con una superficie sembrada histórica, se señaló desde el ministerio a cargo de Dante Sica.
El consumo masivo también se vio afectado. Aunque las ventas de bienes durables se mantuvieron en máximos históricos en el primer semestre, autos, motos, propiedades, línea blanca y productos de informática, entre otros, perdieron dinamismo a partir de junio.
“Esta desaceleración de la actividad económica nos encuentra mejor parados que en otras oportunidades, tras siete trimestres de crecimiento sobre bases sólidas y con elevados niveles de inversión, menor déficit fiscal y una mayor capacidad exportadora”, afirmó Paula Szenkman, secretaria de Transformación Productiva.
“El esfuerzo que estamos realizando por la consolidación fiscal nos permitirá tener una macroeconomía estable y un crecimiento hacia el 2019 que sea sostenible en el tiempo”, agregó la funcionaria.