Alberto F. hizo foco en la «herencia Macri» y apuntó contra el «abuso» de los empresarios y el «oligopolio» de los jueces federales

País (1/3(20). El mandatario afirmó que las palabras pronunciadas en su discurso ante la Asamblea Legislativa tienen «el valor del compromiso». Pidió que todos asuman la realidad en la que se encuentra la Argentina y resaltó la necesidad de «un esfuerzo mancomunado» para «encaminar nuevamente a nuestra Patria en la senda de un desarrollo inclusivo y sostenible».

En su mensaje de este domingo ante la Asamblea Legislativa, dando inicio al período de sesiones ordinarias del Congreso, el Presidente Alberto Fernández realizó un duro diagnóstico de la situación económica y social en la que se encuentra el país y trazó los lineamientos de su gestión.

El mandatario hizo un repaso por la «herencia» que recibió de la gestión de Mauricio Macri -aunque no lo nombró- y repasó desde el brote de sarampión, la política económica «centrada en la especulación» y un «Estado debilitado donde casi desaparecieron los mecanismos de regulación».

Fernández sostuvo que recibió «un país dañado en su tejido social y productivo con su alma herida con divisiones profundas». También habló de un «Estado debilitado» y del «deterioro de la Argentina».

En su discurso no faltó la referencia al incremento de la deuda pública hereda por la administración de Juntos por el Cambio y el camino emprendido de la renegociación con el FMI y los acreedores. «Nunca más a un endeudamiento insostenible», subrayó.

Frente a esta situación a la que calificó como «dramática», el Jefe de Estado aseguró que su Gobierno ha elegido «a la solidaridad como viga maestra de la reconstrucción nacional».

Al mismo tiempo, destacó que se está dejando atrás «una política económica centrada en la especulación para volver a poner el foco en el trabajo y la producción».

Fernández resaltó que en estos más de dos meses de haber accedido al poder, su Gobierno ha podido conocer «la situación real en la que esta la Argentina y adoptar las medidas más urgentes».

«Desde lo macroeconómico, nos fijamos objetivos fiscales y de política monetaria que buscamos alcanzar a partir de la renegociación de la deuda», puntualizó y agregó: «Desde lo político, nos ocupamos antes que nada de los que han sido olvidados».

En este plano, el titular del Ejecutivo, flanqueado por Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa, realizó un raconto de las medidas que tomó durante los primeros 100 días de gestión: los aumentos para los trabajadores públicos y privados, el incremento otorgado a los jubilados, la doble indemnización contra los despidos, el relanzamiento de Precios Cuidados, la renovación de Ahora 12, y el congelamiento de tarifas.

En otro párrafo de su mensaje ante los legisladores oficialista y opositores, Fernández defendió la puesta en marcha del programa Argentina contra el Hambre al sostener que es la «prioridad» de su Gobierno. «Porque comer no puede ser un privilegio», aseveró.

Inflación

Al expresar que su gestión trabaja para «disminuir las causas macroeconómicas de la inflación», el Presidente advirtió que «ya ha comenzado a dar incipientes resultados», pero también apuntó contra los abusos de empresarios.

«Vamos a exigirles total responsabilidad a los formadores de precios. Argentina no resiste más el abuso de quienes preservan su rentabilidad a costa de consumidores condenados a pagar sus excesos preventivos», indicó.

En esa línea, el mandatario aseguró: «Debemos terminar con la Argentina de los ‘vivos’ que se enriquecen a costa de los pobres ‘bobos’ que estamos condenados a pagar lo que consumimos».

«Esa descripción de lo que nos pasa, exige un punto final al abuso. No solo es un imperativo económico sino también es un imperativo moral. Los pícaros que especulan subiendo los precios no tiene cabida en esta Argentina», sentenció.

Endeudamiento

Otro pasaje del discurso de Fernández que recibió un contunden apoyo de la dirigencia política del Frente de Todos fue cuando manifestó la necesidad de saber «lo que pasó, quienes permitieron que ello suceda y quienes se beneficiaron con esas prácticas».

«Esas prácticas son absolutamente reñidas con cualquier idea de progreso. Es la especulación más dañina que puede enfrentar una sociedad: endeudarse solo para el beneficio de los especuladores y del prestamista», cuestionó el Jefe de Estado al apuntar sus críticas contra la gestión macrista.

«Nunca más a un endeudamiento insostenible. Nunca más a decisiones que se toman con ínfulas tecnocráticas de la noche a la mañana, a espaldas del pueblo. Nunca más a la puerta giratoria de dólares que ingresan por el endeudamiento y se fugan dejando tierra arrasada a su paso», aseveró.

Reforma judicial

En el marco de la transformación que puso en marcha para «terminar con los sótanos de la democracia», quien encabeza el Gobierno del Frente de Todos se pronunció a favor de «construir consensos para un nuevo diseño del Sistema de Inteligencia Nacional» que inició con la intervención de la Agencia Federal de Inteligencia.

En este pasaje de su discurso, Fernández ratificó su postura de avanzar en la reforma de la justicia federal. «Nos proponemos impulsar un reordenamiento de la Justicia Federal que evite el cajoneo o la activación de expedientes en función de los tiempos políticos, que impida la construcción de falsas causas, que acabe con la arbitrariedad en materia de detenciones y que impida para siempre que la discrecionalidad judicial reemplace a las normas del derecho», señaló.

Al propiciar la creación de un nuevo Fuero Federal Penal, que unificará a fueros penales que hoy tienen jurisdición en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el Presidente enfatizó: «Estamos terminando para siempre en la Argentina con la manipulación de sorteos y la concentración de procesos que el oligopolio de los jueces federales ha permitido»

«Los problemas de la Argentina no se resuelven con menos justicia sino con una mejor justicia», puntualizó. Minutos antes, Fernández asumió el «compromiso inquebrantable» de poner fin a la designación de «jueces amigos».

A su vez, asumió el compromiso de acabar con «la manipulación judicial, la utilización política de la Justicia y el nombramiento de jueces dependientes de poderes inconfesables de cualquier naturaleza».

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