La combinación de vacunas triplicó anticuerpos en mayores de 60 años

Santa Fe/País. La investigación se desarrolló con 303 voluntarios, quienes recibieron una primera dosis de Sputnik V y completaron el esquema con la vacuna de Moderna.

Un estudio realizado en la provincia de Santa Fe demostró que a las personas mayores de edad que recibieron la primera dosis de las vacunas Suptnik V y completaron su esquema con Moderna se les triplicó el nivel de anticuerpos.

La provincia, a través del Ministerio de Salud, y en conjunto con el Centro de Tecnología en Salud Pública (CTSP) de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas (FBIOyF) de la UNR, y el hospital Provincial del Centenario, realizaron una investigación que brindó importante evidencia local sobre los beneficios de aplicar esquemas combinados de vacunas contra el Coronavirus.

En este sentido, Ana Laura Cavatorta, investigadora responsable del estudio, explicó que desde agosto y hasta octubre de 2021 en el vacunatorio de la Ex Rural de Rosario, 303 voluntarios que completaron su esquema de inmunización heterólogo -recibieron como primera dosis Sputnik V y como segunda Moderna, desarrolladas con tecnologías diferentes- colaboraron participando de la pesquisa que brindó “resultados muy alentadores para planificar estrategias, basadas en datos inmunogénicos locales”.

“De la totalidad de los voluntarios, el 65 por ciento fueron mujeres y el 35 varones, entre los cuales el 67 por ciento era mayor a 60 años; y la edad fue un aspecto clave”, explicó Cavatorta, también investigadora del CONICET, docente de Virología, responsable científica del CTSP de la FBIOyF.

“¿Por qué? Porque observamos que los mayores de 60 que habían recibido la primera dosis de Sputnik V (desarrollada con tecnología de adenovirus) y completaron el esquema con una realizada mediante ARN mensajero (ARNm) como Moderna, la respuesta fue mayor que en esquemas homólogos, incluso triplicando el valor de los anticuerpos”, destacó la científica, quien ademas es responsable del IBR-CONICET-UNR del hospital Provincial.

“Este cambio de tecnologías (vacunación heterólogo) a nivel del sistema inmune de las personas vuelve al esquema más inmunogénico. Dos estímulos con dos vacunas diferentes son reconocidas como muy extrañas para el organismo, y la respuesta es mucho más eficaz, algo que comprobamos a nivel local, y que se corresponde con estudios a nivel mundial”, profundizó.

En personas de riesgo

En general, los mayores de 60 años comienzan a transitar lo que se denomina “inmunosenescencia”. “Se produce en ellos un déficit fisiológico de la respuesta inmune y se convierte de ese modo en grupo de riesgo para determinadas enfermedades, incluyendo al Covid-19”, explicó Cavatorta.

En otras palabras, la inmunosenescencia son cambios que se producen en el sistema inmunitario a causa del envejecimiento y que afectan la inmunidad innata y adquirida en la comunidad.

Y esa respuesta más robusta en el desarrollo de anticuerpos con esquemas heterólogos, diferenció Cavatorta, fue menor en los más jóvenes que recibieron.

“En los adultos mayores de 60 la primera dosis de Sputnik ya había generado un impacto importante, pero medio, en cuanto al título o concentración de anticuerpos. Sin embargo, luego de que se les colocó una segunda dosis de Moderna se triplicó el valor de estos anticuerpos. En los menores de 60 no hubo cambios importantes. La respuesta fue la esperada pero no como en el grupo anterior”, indicó.

Importancia de los hallazgos

Recapitulando, Cavatorta destacó que “combinar este tipo de tecnologías (adenovirus con ARNm) es muy eficiente, incluso más que si se utilizan en ambas inoculaciones dosis de la misma tecnología (de una misma vacuna)”.

Otra conclusión es que cuando se aplica la segunda dosis de una misma vacuna opera como un ‘refuerzo’ de la anterior. “Lógicamente, al aplicar una vacuna distinta, y no ya un refuerzo de lo mismo, el sistema inmune vuelve a ‘verlo’ como extraño; y se potencia mucho más la respuesta, porque es como si se generara desde cero”, ilustró la responsable de la investigación.

Importante fue también observar qué pasó con aquellos voluntarios que ya habían tenido Covid-19.

“No hubo cambios significativos. Quienes tuvieron la enfermedad, no importa qué tipo de vacuna reciban. Ya con una primera dosis tienen niveles altos de anticuerpos, generando lo que llamamos ‘inmunidad híbrida’. A la inmunidad natural que les provocó el SARS-CoV-2 se les asoció la artificial proporcionada por la Sputnik V”, explicó la científica.

“Es decir –concluyó la investigadora– que se generó en ellos una memoria inmunológica natural ya muy buena. Entonces no encontramos diferencias entre aplicar esquemas homólogos de heterólogos en personas que tuvieron Covid-19. Sí observamos la importancia de combinar vacunas, fundamentalmente en adultos, como ya dijimos”, completó.

Acerca de la eficacia de Sputnik V y Moderna, Cavatorta sostuvo que “los dos tipos de vacunas han demostrado una alta seguridad y eficacia».

«A partir de distintas tecnologías ambas enseñan a nuestras células a producir una proteína, o incluso solo una porción de una proteína del virus SARS-CoV-2 , que desencadena una respuesta inmunitaria dentro de nuestro organismo. El beneficio es que las personas que se vacunan tienen protección sin correr el riesgo de sufrir consecuencias graves en el caso de enfermarse de COVID-19”, añadió.

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