País. Flanqueado por Cristina Kirchner, el mandatario se despachó con munición gruesa contra los miembros de la Corte Suprema de Justicia. Lanzó su dura crítica al Poder Judicial en defensa de la vicepresidenta ante la «persecución política». El fallo a favor de la CABA por la coparticipación, fue otro de los momentos más caliente de la Asamblea Legislativa, donde se escucharon gritos y abucheos de la oposición.
En su discurso de apertura de un nuevo período de sesiones ordinarias del Congreso, que demandó dos horas, el presidente Alberto Fernández, flanqueado por Cristina Kirchner, lanzó un durísimo embate contra la Corte Suprema de Justicia y el macrismo.
En presencia -a escasos metros- de los jueces de la Corte Suprema Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, presentes en la Asamblea Legislativa, el titular del Ejecutivo nacional acusó al máximo tribunal de quitarle el dinero «a los que más necesitan» y destinar esos recursos «a la ciudad más opulenta del país».
Así se despachó con todo contra la Corte en relación al fallo que dictó en favor de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y afirmó que «la intromisión de la Justicia en la ejecución presupuestaria es definitivamente inadmisible». «El Poder judicial no cuenta con la confianza pública», aseveró.
«Mientras que muchas provincias necesitan realizar obras que permiten asegurar servicios tan esenciales como el agua potable para sus habitantes, la Corte Suprema de Justicia aseguró a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires recursos coparticipables que no le corresponden contrariando la ley de coparticipación vigente. Le quita dinero a los que más necesitan y destina esos mismos recursos a la ciudad más opulenta del país», cuestionó el mandatario en su discurso ante el rechazo opositor.
Aunque el embate del Presidente no terminó allí. Resaltó que la situación actual del Consejo de la Magistratura, presidido por el titular del máximo tribunal, Horacio Rosatti, «es de una gravedad institucional mayúscula» porque «el Congreso debió soportar la intromisión del Poder Judicial en sus prerrogativas cuando la Corte Suprema se arrogó indebidamente la facultad de disponer cómo debe este cuerpo legislativo designar sus representantes».
Fernández advirtió que «si la reforma de la Justicia Federal hubiera prosperado -en el Congreso- y si la Corte Suprema no hubiera tomado por asalto al Consejo de la Magistratura, hoy Santa Fe no estaría padeciendo la carencia de tribunales que impiden enjuiciar con rapidez al crimen organizado que se ha expandido en su territorio».
En otro tramo de su mensaje, Fernández manifestó una férrea defensa del proceso de juicio político que se lleva adelante en la Cámara de Diputados contra los miembros de la Corte Suprema y advirtió que «no hay ningún ataque ni embestida contra la justicia».
«Lamentablemente, el accionar de los miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, nos llevó a presentar un pedido de juicio político ante la Cámara de Diputados que decidirá si los acusa ante el Senado. Cualquier argumento que sostenga que el reclamo es violatorio de la República o del Estado de derecho, es falso», señaló el mandatario al endurecer el discurso en sintonía con el kirchnerismo.
A su vez, lamentó que el Poder Judicial “no cuente» en la actualidad «con la confianza pública”, al considerar que “no funciona eficazmente y no se muestra con la independencia requerida frente a los poderes fácticos y políticos”.
“Los ejemplos abundan. Conocemos como se dictaron medidas cautelares que impidieron regular el precio de servicios básicos de telecomunicaciones sin que hasta el día de hoy se haya resuelto la cuestión de fondo”, remarcó Fernández.
En otro orden, en su crítica -en tono electoral- al macrismo en Juntos por el Cambio, el titular del Ejecutivo advirtió sobre un «nuevo embate privatizador» de la oposición sobre las empresas públicas, precedido de una «campaña de desprestigio», y pidió que «no vengan a hacer negocios con nuestro patrimonio los que invocan números con los que disfrazan su falta de interés por las condiciones de vida de tantos argentinos a los que estas empresas ayudan y mucho».
«Otra vez aparecen los negocios particulares sobre el patrimonio de todos los argentinos y para eso se monta una campaña en contra de nuestras empresas», que son «patrimonio de todos los argentinos», expresó el mandatario ante la Asamblea Legislativa.
Ante el escenario electoral, Fernández sostuvo que el Gobierno tiene la «obligación» de «construir una mayoría que impida convertir este horizonte de progreso» en «aquella Argentina de endeudamiento, cierre de empresas y fugas de capitales, en la que millones de compatriotas parecen sobrar».
«Somos más los que no toleramos los niveles de pobreza y la regresión en la distribución del ingreso, los que no queremos un país injusto y consideramos que desde el Estado hay mucho por hacer porque no hay otro modo para luchar contra las inequidades del mercado», subrayó el mandatario en su mensaje ante los legisladores nacionales del oficialismo y la oposición.