Córdoba. El caso de Blas Correas fue un acto de violencia institucional y la policía debe capacitarse de modo urgente. Así lo advirtió la organización internacional tras conocerse el fallo de la justicia cordobesa.
Tras la audiencia del juicio de este viernes en la que se dio a conocer el veredicto del jurado, Soledad Laciar (mamá de Blas Correas) ofreció una conferencia de prensa junto a su familia, su abogado y a Amnistía Internacional. La organización de derechos humanos viajó a la ciudad de Córdoba para acompañar a su familia, dar apoyo y difusión al caso.
Por unanimidad, la pena recayó sobre los cabos primero Lucas Gómez y Javier Alarcón. A los uniformados se los condenó a prisión perpetua por el delito de “homicidio calificado”.
De los 13 policías sentados en el banquillo de los acusados, dos uniformados fueron condenados a prisión perpetua por disparar y matar a Blas, otros 9 recibieron penas menores (entre los 2 años y los 4 años y 9 meses) por distintas responsabilidades vinculadas al hecho principal, como «encubrimiento, falso testimonio y omisión de los deberes de funcionario público»; y dos fueron absueltos.
El tribunal fue enfático al subrayar que el de Blas fue un caso de violencia institucional y que, para evitar la repetición de estos hechos, las fuerzas de seguridad deben realizar de modo urgente las capacitaciones pertinentes.
“La sentencia de hoy (por el viernes) fue mucho más allá de lo que yo esperaba. Desde donde sea que esté sé que mi hijo hoy está contento porque se hizo justicia”, señaló Laciar.
En tanto, Paola García Rey, directora adjunta de Amnistía Internacional Argentina, expresó que “el asesinato de Blas marcó un antes y un después en la visibilización de la violencia policial en Córdoba».
«La sociedad en su conjunto exigió una justicia eficaz que garantice que el de Blas no se trate de otro caso más de violencia policial impune. Por eso hoy esta decisión simboliza un primer paso en la dirección correcta: cuando las instituciones judiciales investigan y se comprometen con la búsqueda de la verdad, puede haber justicia», resaltó.
Sin embargo, García Rey advirtió que «es urgente poder promover que casos como éste no sean la excepción sino la regla que empiece a regir, para poder reconstruir los niveles de confianza de la población hacia las fuerzas de seguridad y la justicia, hoy fracturada”.
Laciar estuvo además acompañada por su hijo, Juan Segundo Pavez Laciar; por el papá de Blas Correas, y por su abogado Alejandro Pérez Moreno.
“Tengo 22 años y para mí la violencia institucional antes de todo esto estaba solo en los libros de historia. Ya no es más así; sin embargo, hoy se hizo justicia”, señaló Juan Segundo.
